Libro En Familia
bellera de color claro. Aunque pobremente vestida, su aspecto era distinguido y singular. El asno había quedado detrás de una carreta cargada de heno y el animal seentretenía comiendo grandes porciones de tan sabroso alimento. -¡Palikaro! -gritaba la niña-. ¡Deja eso! Al oír que lo llamaban, el asno bajaba la cabeza como un culpable arrepentido; mas apenas había comido su porción volvía a comenzar con la avidez del hambre acumulada. -¡Perrine! -llamó de pronto una voz. -¿Necesitas algo, mamá? -preguntó la niña subiendo al carro. En el suelo, sobre un delgadocolchón, yacía una mujer de unos veintiséis o veintisiete años, cuyo bello rostro denotaba que estaba gravemente enferma. Se la veía sin fuerzas, casi sin vida. -¿Entraremos pronto en París? -preguntó con voz reposada, tratando de no preocupar a la niña. -Hay que esperar la inspección. ¿Te sientes peor? No te inquietes; es el cansancio... el encierro. No es nada... ¿Necesitas algo? -preguntó Perrine-.Por aquí hay algunas tiendas. -No; tenemos que guardar el dinero porque nos queda muy poco. La niña volvió a salir del carromato para vigilar a Palikaro y lo acarició hablándole con dulzura. El animal bajó sus largas orejas y permaneció quieto. Un muchacho vestido de payaso, que seguramente pertenecía a una caravana circense, se acercó a Perrine. -¡Qué asno tan hermoso! -dijo-. ¿De dónde es? -Vienede Grecia -respondió la niña-. Se llama Palikaro. 6
Lleno de curiosidad, el muchacho siguió preguntando: ¿Está muy lejos Grecia? ¿De dónde vienen? ¿Qué pases han recorrido? ¿A dónde van? La niña respondía todas sus preguntas y le dijo también que se quedarían algunos días en París. -¿Dónde guardarás el carro? -volvió a preguntar el muchacho. -Nos han dicho que en Auxerre hay locales libres.-Pero eso no es para ti. Es un lugar peligroso.¿Con quién viajas? -Sólo con mi madre; pero ella está enferma. -Entonces debes ir a casa de Grano de Sal. Es el propietario del campo Guillot, donde no tendrás nada que temer porque lo cierran de noche. -¿Es muy caro? -No. En este tiempo no. Además, allí el burro encontrará alimento. -¿Está muy lejos? El muchacho le respondió que no y le explicó elcamino que debía tomar para llegar hasta allí. Perrine le dio las gracias y entró a su carro a repetir a su madre lo que le habían informado. Antes de salir nuevamente, se inclinó junto a ella y le dijo: -Hay varios vehículos con toldos en los que se lee "Fábricas de Maraucourt", y debajo aparece el nombre de "Vulfrán Paindavoine". Es extraño ver esa inscripción tan repetida. -Eso no tiene nada de...
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