Libro Filosofia
2. Lo que ha consagrado y define como clásicos a determinados textos yautores es la lectura reiterada, fervorosa y permanente de los mismos a lo largo de tiempos y generaciones. Clásicos son aquellos libros leídos con una especial veneración a lo largo de siglos. Un libro clásico es un texto enormemente sugestivo, que invita a nuevas relecturas. Italo Calvino, en un estupendo ensayo recogido en su libro Por qué leer a los clásicos, daba 14 definiciones. Me gustaespecialmente la que dice: "Un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir".
Acaso ahí reside el misterioso atractivo fundamental de esos textos: en su inagotable capacidad de sugerencias. Siempre se puede encontrar en ellos algo nuevo, sugerente y aleccionador. Frente a tantos y tantos libros sólo entretenidos, ingeniosos, eruditos o muy doctos, pero de un solo encuentro, frentea tantos papeles de usar y tirar, los textos literarios se definen por admitir más de una apasionada lectura. Y los clásicos invitan a relecturas incontables.
Podríamos calificar a los libros clásicos como "la literatura permanente" -según frase de Schopenhauer-, en contraste con las lecturas de uso cotidiano y efímero, en contraste con los best sellers y los libros de moda y de más rabiosaactualidad. Suelen llegarnos rodeados de un prestigio y una dorada pátina añeja, pero conservan su agudeza y su frescura por encima del tiempo. Son los que han pervivido en los incesantes naufragios de la cultura, imponiéndose al olvido, la censura y la desidia. Algo tienen que los hace resistentes, necesarios, insumergibles. Son los mejores, libros "con clase", como sugiere la etimología latina deladjetivo classicus.
3. Pero eso no significa que esos textos se sitúen más allá de la historia, sino que su recepción, su fulgor y permanencia dependen de la estima más o menos constante de sus lectores y, por lo tanto, de las alternativas del gusto. Si se han mantenido como clásicos es porque siguen diciendo algo valioso a muchos, como una parte del "capital cultural" de una lengua o una nación ouna cultura. Pero en la lealtad del lector hacia esos textos y su apreciación hay aspectos subjetivos e históricos que no debemos olvidar. Existe una valoración variable en el canon de los clásicos. Cada época tiene los suyos y, si me permiten la imagen, diría que las cotizaciones de la bolsa literaria tienen subidas y bajadas, más bien un tanto lentas. Son las generaciones de lectores las queeligen a los clásicos.
4. El arte de la lectura, como comentara Pedro Salinas, es cada vez más difícil. Requiere tiempo, silencio y una cierta disposición interior. En nuestra civilización de consumo, apresuramiento y desarrollo tecnológico, es difícil dejar tiempo y silencio para la lectura. Vivimos atiborrados de noticias inútiles, atontados por los ruidos y asediados por una espesa banalidad....
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