Libro Kiwi


u
NA MAÑANA, muy temprano, el cartero dejó en el buzón de la granja un paquete.
Yo creo que fue por error. Era grande,
como una gran caja de zapatos. Y venía de muy lejos.








—¡MIRAD!
¡Nos han traído un regalo! —di¡o el gallo.
Como siempre madrugaba mucho, fue el primero en verlo.
Los patos se acercaron. También los tres cerdítos, y la vaca, y las gallinas, y Perro,
queera el guardián de la granja.

—NO alborotéis —ladró—. No os acerquéis tanto, i Puede ser peligroso!

PERO los cerditos ya habían cogido el paquete y lo estaban examinando. El cerdito número uno pegó la oreja al paquete. Lo agitó y dijo:
—¡Es un reloj! Oigo algo así como un «Tuc-tuc-cuc*.
EL CERDITO número dos olfateó con sus grandes narices y dijo:
—Mmm... jes comida! Huele muy bien.

ELCERDITO número tres miró con atención la caja. Sobre todo,
unas letras que llevaba escritas, Pero como no sabía leer.„ pues no pudo decir nada.












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—APARTAOS, apartaos —insistía Perro—h Yo jqy d responsable de la seguridad en la ¿Tanja. Ahora misnio voy a tirar al río este peligroso paquete.
VA «ubi a pumo dE arroiu ta caja, cuando habló Colibrí y dtjü: —Creo que lo mejorserá abrirlo y ver lo que contiene. S¡ es algo peligroso* enróñeos lo tiramos.

TODOS estuvieron de acuírdo,
V siguiendo a Perrün
que llevaba en las manos
li misteriosa caja.
el colibrí y el gallo,
los cctdnos grises y los paios,
todos .si; difirieron
n Cüa de Mamá Gallina.
para abrir allí el paquete.
MAMÁ Gallina andaba muy ocupada preparando el desayuno. Se extrañó mucho aJ ver tantagente,
—Tengo mucho trabajo —dijo un poco enfadada—. Volved más tarde,
Pero al ver la misteriosa caja, también a ella le picó la curiosidad. V quiso que la abrieran enseguida.






















HACIENDO corro,
los animales se arremolinaron
alrededor de Perro.
Muy serio,
empezó éste a deshacer el paquete.
15

Y TODOS hablaban y nadie se ponía de acuerdo. Cuando,al fin, consiguieron abrir el paquete» entonces sí,
todos exclamaron lo mismo:


I
EL primero en alejarse, desilusionadot fue Gallo. Lo siguieron los cerdítos. Los patos se marcharon sin decir ni pío. ¡Batí!, un vulgar huevo...
Al final» Perro y Mamá Gallina se quedaron solos. ¡Todos habían creído que el paquete tendría algo importante! Pero... ¡un huevo...!
En las granjas, como todo elmundo sabe, un huevo es cosa de nada.
—¿Qué haremos ahora con este bebé? —dijo Mamá Gallina—. ¿De quién será?
—¿No será tuyo. Mamá Gallina? —le preguntó Perro.
—¡Desde luego que no! —contestó ella casi ofendida.

¡Mis huevos son blancos!
¡Hermosos!
¡Sin manchas...!
Perdóname, estoy muy ocupada, voy a dar el desayuno a mis pollueios.
—¿Y quién se ocupará de éste? —dijo Perro señalando elhuevo—. Necesita una mamá.

—¡Que se ocupe otra persona! —gritó. Yo no podría educar bien a ese pollo. ¡Tengo que ocuparme de los míos!

PERRO cogió la caja y se fue a ver a los patos. Los encontró chapoteando en el río.
—¡ Eh, Mamá Pata! —gritó desde el puente—. ¿Puedes venir un momento?


MAMÁ Pata se acercó nadando. Los patitos la seguían, diciendo:
—Cuá, cuá, cuá...
—Este es el huevoque venía en el paquete —dijo Perro—. ¿Podrías cuidarlo tú?
MAMÁ Pata giró en redondo, dándole la espalda:
—Me gustaría complacerte» Perro, pero yo ya tengo demasiados patitos que cuidar. Y removiendo la cola, Mamá Pata y sus hijos desaparecieron río abajo:
—Cuá, cuá» cuá...
Después, llevando la caja con mimo, fue a buscar a los cerditos grises.
Los cerditos estaban en su chiquero, comiendo.Como siempre.
De vez en cuando dejaban de comer, para revolcarse en el fango, tan fresquito, tan húmedo.
Llegó Perro y se asomó a la puerta:


PERRO miró el huevo blanco
con piñatas pardas
y pensó que, tal vez,
necesitase un poco de calor.
Así que cogió
una brazada de paja
y la metió en la caja.
Y la tapó con cuidado,
para no hacerle daño.
—;EH, cerditos! Éste es el huevo que venía...