libro La Gran Rebelión
LA GRAN REBELIÓN
SAMAEL AUN
WEOR
INDICE
Capítulo I - La Vida
Capítulo II - La Cruda Realidad de los Hechos
Capítulo III - La Felicidad
Capítulo IV - La Libertad
Capítulo V - La Ley del Péndulo
Capítulo VI - Concepto y Realidad
Capítulo VII - La Dialéctica de la Conciencia
Capítulo VIII - La Jerga Cientificista
Capítulo XIX - El Anti-Cristo
Capítulo X - El Yo PsicológicoCapítulo XI - Las Tinieblas
Capítulo XII - Las Tres Mentes
Capítulo XIII - Memoria-Trabajo
Capítulo XIV - Comprensión Creadora
Capítulo XV - La Kundalini
Capítulo XVI - Normas Intelectuales
Capítulo XVII - El Cuchillo de la Conciencia
Capítulo XVIII - El País Psicológico
Capítulo XIX - Las Drogas
Capítulo XX - Inquietudes
Capítulo XXI - Meditación
Capítulo XXII - Retorno y RecurrenciaCapítulo XXIII - El Cristo Íntimo
Capítulo XXIV - Trabajo Cristico
Capítulo XXV - El Difícil Camino
Capítulo XXVI - Lo Tres Traidores
Capítulo XXVII - Los Yoes Causas
Capítulo XXVIII - El Super-Hombre
Capítulo XXIX - El Santo Grial
Capítulo I
La Vida
Aunque parezca increíble, es muy cierto y de toda verdad, que ésta tan cacareada civilización moderna esespantosamente fea, no reúne las características trascendentales del sentido estético, está desprovista de belleza interior.
Es mucho lo que presumimos con esos horripilantes edificios de siempre, que parecen verdaderas ratoneras.
EI mundo se ha vuelto tremendamente aburridor, las mismas calles de siempre y las viviendas horripilantes por doquier.
Todo esto se ha tornado cansón, en el Norte y en el Sur,en el Este y en el Oeste del Mundo.
Es el mismo uniforme de siempre: horripilante, nauseabundo, estéril. ¡Modernismo!, exclaman las multitudes.
Parecemos verdaderos pavos vanidosos con el traje que cargamos y con los zapatos muy brillantes, aunque por aquí, por allá y acullá circulen millones de infelices hambrientos desnutridos, miserables.
La sencillez y belleza natural, espontánea, ingenua,desprovista de artificios y pinturas vanidosas, ha desaparecido en el Sexo Femenino. Ahora somos modernos, así es la vida.
Las gentes se han vuelto espantosamente crueles: la caridad se ha resfriado, ya nadie se apiada de nadie.
Las vitrinas o aparadores de los lujosos almacenes resplandecen con lujosas mercaderías que definitivamente están fuera del alcance de los infelices.
Lo único quepueden hacer los Parias de la vida es contemplar sedas y joyas, perfumes de lujosos frascos y paraguas para los aguaceros; ver sin poder tocar, suplicio semejante al del Tántalo.
Las gentes de estos tiempos modernos se han tornado demasiado groseras: el perfume de la amistad y la fragancia de la sinceridad han desaparecido radicalmente.
Gimen las muchedumbres sobrecargadas de impuestos; todo el mundoestá en problemas, nos deben y debemos; nos enjuician y no tenemos con qué pagar, las preocupaciones despedazan cerebros, nadie vive tranquilo.
Los burócratas con la curva de la felicidad en sus vientres y un buen cigarro en la boca, en el que psicológicamente se apoyan, juegan malabares políticos con la mente sin importarles un comino el dolor de los pueblos.
Nadie es feliz por estos tiempos ymenos la clase media, ésta se encuentra entre la espada y la pared.
Ricos y pobres, creyentes y descreídos, comerciantes y mendigos, zapateros y hojalateros, viven porque tienen que vivir, ahogan en vino sus torturas y hasta se convierten en drogadictos para escapar de sí mismo.
Las gentes se tornaron maliciosas, recelosas, desconfiadas, astutas, perversas; ya nadie cree en nadie; se inventandiariamente nuevas condiciones, certificados, cortapisas de todo género, documentos, credenciales, etc., y de todas maneras nada de eso sirve ya, los astutos se burlan de todas estas tonterías: no pagan, esquivan la ley aunque les toque ir con sus huesos a la cárcel.
Ningún empleo da felicidad; el sentido del verdadero amor se ha perdido y las gentes se casan hoy y se divorcian mañana.
La...
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