Libro La mujer loca
Portada
Índice
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Del diario de la vejez de Millás
Capítulo 11
Capítulo 12
Del diario de la vejez de Millás
Capítulo 13
Capítulo 14
Del diario de la vejez de Millás
Capítulo 15
Capítulo 16
Del diario de la vejez de Millás
Capítulo 17
Capítulo 18
Del diariode la vejez de Millás
Capítulo 19
Capítulo 20
Créditos
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1
Pobrema, por ejemplo, jamás había sido escrita ni pronunciada, no estaba en ningún libro ni en
ningún periódico, no formaba parte de ninguna canción, de ningún verso, ni de manual alguno de
instrucciones. Nadie la añadiría a la lista de la compra. Pobrema estaba excluida del mundo de las
palabras,que no toleraban su presencia. Si se acercaba a un libro le cerraban el paso antes de que
cruzara la cubierta; si a un diálogo, era rechazada por los que participaban en él; si a un taller de
etiquetas o rótulos, terminaba en el cubo de la basura, junto a los desperdicios de la jornada. Inhábil
para pertenecer a nada o a nadie, se ocultaba durante el día y por la noche salía a respirar,pegándose, como los insectos nocturnos, a las ventanas en las que había luz. Si descubría a alguien
escribiendo o hablando al otro lado, intentaba llamar discretamente su atención con la esperanza de
que solicitara sus servicios. Lejos de eso, la gente corría las cortinas o bajaba las persianas como
quien vuelve la vista frente a un espectáculo desagradable.
Todo esto se lo contó la palabra Pobrema aJulia una noche que se coló en su habitación y
revoloteó como un insecto alrededor de la lámpara antes de posarse con mil cautelas en el borde de
la mesa. La chica dice que levantó los ojos del libro de gramática que tenía delante y preguntó a
Pobrema qué hacía allí.
—Yo, nada —dijo Pobrema—. ¿Y tú?
—Yo estudio Lengua —confesó la chica.
—Entonces sabrás decirme por qué, siendo una palabra,no me aceptan en ninguna frase.
Julia dice que tomó un diccionario que había sobre la mesa, junto al libro de texto, y lo abrió
para buscarla, pero no dio con ella.
—No estás aquí —dijo.
—¿Cómo voy a estar ahí si estoy aquí? —respondió Pobrema.
—Las palabras pueden estar en muchos sitios a la vez, pero si no estás aquí, no estás en ninguno
porque no existes.
—¿Cómo puedes hablar conmigo sino existo?
—No lo sé, también hablo con personas imaginarias. Las personas imaginarias, sin existir, tienen
una capacidad especial para comunicarse con las reales. Pero para ser una palabra has de significar
algo como para ser médico necesitas un título.
—¿Y qué es el significado?
Julia hizo ademán de responder, pero al no dar con las palabras adecuadas, prefirió consultar de
nuevo eldiccionario.
—Aquí dice que el significado es el contenido semántico de cualquier tipo de signo.
—¿Y eso qué quiere decir?
—No lo sé.
—Busca «semántico», a ver qué pone.
Buscó semántico.
—Dice que es lo perteneciente o relativo al significado de las palabras.
—Pues hemos vuelto al principio —se quejó Pobrema.
—Sí —dijo, impotente, la joven.
—¿Pero para ti qué es el significado? —preguntóahora la palabra inexistente.
—Sé lo que es, pero no sé explicarlo.
—Esfuérzate un poco, coño.
—Vamos a ver, mesa quiere decir mesa y árbol quiere decir árbol e idiota quiere decir idiota,
así que cuando dices mesa ves una mesa dentro de tu cabeza y cuando dices árbol ves un árbol y
cuando dices idiota ves a un idiota. Pero si dices Pobrema no ves nada porque Pobrema no quiere
decir nada, por...
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