Libro V La Riqueza De Las Naciones

Libro V
De las Rentas del Soberano o de la República

La primera obligación del Soberano, que es la de proteger a la sociedad de la invasión y violencia de otras sociedades independientes, no puede desempeñarse por otro medio que la fuerza militar.
El número de los que pueden ir a la guerra, con respecto al de las demás gentes del pueblo, es necesariamente mucho menor en el estado civilizadoy culto de una sociedad, que en el inculto y grosero.
El arte de la guerra, como el más noble de todos, se hace también el más complicado de los ejercicios con los adelantos y progresos de la sociedad, y para dicho arte es tan necesaria la división del trabajo como para todos los demás.
Pero para lograr que el oficio del soldado constituya ejercicio u ocupación distinta y separada de otra,tiene que dirigirlo todo la prudencia y conocimiento del Estado.
Una nación industriosa, y por consiguiente rica, es la más expuesta a ser atacada de las otras, y a no tomar el Estado nuevas precauciones o medidas para su defensa.
En estas circunstancias, dos son los medios de precaución que puede adoptar el Estado para la propia defensa: primero, una política violenta y rigurosa, desentendiéndosedel interés, genio e inclinaciones del pueblo, forzando y constreñiendo a todos o a la mayoría de los ciudadanos capaces por su edad para los ejercicios militares, haciendo que junten con sus oficios respectivos, de cualquier especie que sean, el de soldado y guerrero; y en segundo lugar, hacer de esta ocupación un oficio peculiar de cierta clase de gentes, separada de las otras, manteniendo yempleando cierto número de ciudadanos en la práctica constante de aquel único ejercicio.
Un ejército arreglado asegura de un modo irresistible las leyes del Soberano o del Estado en las provincias más remotas de su solio, y mantiene cierta regularidad de gobierno en territorios que de otra suerte tal vez sería imposible introducir.
La segunda obligación de un Soberano, que consiste en proteger acada individuo de las injusticias y opresiones de cualquier otro miembro de la sociedad, o sea establecer una recta administración de justicia.
La adquisición de grandes posesiones o propiedades exige necesariamente el establecimiento de un gobierno civil, que no es en igual grado necesario donde el valor de la propiedad no excede acaso del que pueda darse a dos o tres días de trabajo.
El hombreen un estado previo al establecimiento del gobierno civil, es indudable que la naturaleza misma dio a algunos cierta superioridad sobre sus hermanos en el orden natural exigiendo de los demás hombres la subordinación y se pueden reducir a cuatro características.
La primera la del talento, valor, fuerza y gentileza, estas no pudieron por si solas servir de regla en sociedad alguna para establecerla subordinación a cierto hombre.
La segunda es la de la edad porque un anciano no llegado a la decrepitud, es en todas partes más respetable que un joven en igualdad de jerarquía, fortuna y talento.
La tercera circunstancia es la superioridad de fortuna o de haberes, la pobreza universal establece una universal igualdad. La cuarta causa es la superioridad del nacimiento, bajo el supuesto de unariqueza inveterada en la familia de la persona que reclama este derecho.
El nacimiento, de una parte, y la fortuna o riqueza, de otra, vemos son las dos circunstancias que principalmente motivan la superioridad civil de unos hombres sobre otros. Son las dos causas que establecen entre ellos la autoridad y la subordinación.
El soberano o jefe era el señor más rico en el país. Sus vasallos, enlos casos ordinarios, nada contribuían para sostenerle, sino cuando, necesitando de particular protección contra alguno, acudían a su autoridad.
El patrimonio privado del Soberano llegó a ser enteramente insuficiente para soportar los gastos de la soberanía, y que por consiguiente fue indispensable que los pueblos contribuyesen a aquellas expensas para su propia seguridad, por medio de impuestos...