Libro
[…] Los grandes disturbios que preceden el cambio en las civilizaciones, tales como la caída del Imperio Romano o la fundación del Imperio Árabe, a primera vista parecen estar determinados más específicamente por transformaciones políticas, invasión extranjera o el derrocamiento de dinastías. Pero unestudio más atento de estos eventos demuestra que, detrás de estas causas aparentes, la causa real parece ser una profunda modificación de las ideas de los pueblos. Las verdaderas revoluciones históricas no son aquellas que nos sorprenden por su grandiosidad y violencia. Los únicos cambios importantes, de los cuales resulta la renovación de las civilizaciones, afectan ideas, concepciones ycreencias. Los eventos memorables de la Historia son los efectos visibles de los invisibles cambios en el pensamiento humano. La razón por la cual estos eventos son tan raros es que no hay nada tan estable en una raza como el fundamento hereditario de sus pensamientos. La época presente constituye uno de esos momentos críticos en los cuales el pensamiento de la humanidad está sufriendo un proceso detransformación. En la base de esta transformación se encuentran dos factores fundamentales. El primero es el de la destrucción de aquellas creencias religiosas, políticas y sociales en las cuales todos los elementos de nuestra civilización tienen sus raíces. El segundo, es el de la creación de condiciones de existencia y de pensamiento enteramente nuevas, como resultado de los descubrimientoscientíficos e industriales modernos. Con las ideas del pasado, aunque semidestruidas, aún muy poderosas, y con las ideas que han de reemplazarlas todavía en proceso de formación, la era moderna representa un período de transición y anarquía. Todavía no es fácil determinar qué surgirá de este período necesariamente algo caótico. ¿Cuáles serán las ideas sobre las cuales se construirán las sociedades quehabrán de seguirnos? Por el momento, no lo sabemos. Sin embargo, aún así, ya está claro que, cualesquiera que sean las líneas a lo largo de las cuales se organice la sociedad futura, las mismas tendrán que tener en cuenta un nuevo poder, la última fuerza soberana sobreviviente de los tiempos modernos: el poder de las masas. Sobre las ruinas de tantas ideas antes consideradas indiscutibles y que hoy handecaído o están decayendo, sobre tantas fuentes de autoridad que las sucesivas revoluciones han destruido, este poder, que es el único que ha surgido en su estela, parece pronto destinado a absorber a los demás. Mientras todas nuestras antiguas creencias están tambaleando y desapareciendo, el poder de la masa es la única fuerza a la cual nada amenaza y cuyo prestigio se halla continuamente enaumento. La era en la cual estamos ingresando será, de verdad, la era de las masas. Apenas hace un siglo atrás, los principales factores que determinaban los hechos eran la tradicional política de los Estados europeos y las rivalidades de los soberanos. La opinión de las masas apenas si contaba y, en la mayoría de los casos, de hecho no contaba en absoluto. Hoy, las que no cuentan son las tradicionesque solían determinar a la política y las tendenciosidades o rivalidades de los gobernantes mientras que, por el contrario, la voz de las masas se ha vuelto preponderante. Es esta voz la que dicta la conducta de los reyes, cuya misión es la de tomar nota de lo que expresa. Actualmente, los destinos de las naciones se elaboran en el corazón de las masas y ya no más en los consejos de los príncipes.El ingreso de las clases populares a la vida política – lo cual equivale a decir en realidad, su progresiva transformación en clases gobernantes – es una de las características más relevantes de nuestra época de transición. La introducción del sufragio universal, que por largo tiempo no tuvo sino una influencia escasa, no es, como podría pensarse, la característica distintiva de esta...
Regístrate para leer el documento completo.