Libro

Dulce amor, dulce amor
Estoy atrapada en tu amor
Empecé a sentirlo, sin saber si puedo confiar en él
Mi corazón y yo estuvimos enterrados bajo el polvo
Libérame, libéranos.

Canción Bound to you, Christina Aguilera.

Prefacio.

Cuando se cruzaron por primera vez nuestras miradas jamás pensé que te convertirías en la persona más importante de mi vida. Si una adivina me lo hubiese dichono le habría creído, pero apareciste, cambiaste mi destino, me dejaste tu huella y le diste sentido a mi existencia.

Con sólo una palabra tuya y sin querer reconocerlo públicamente, quiero que seas mi historia de amor. ¿Este sentimiento superará las barreras?, ¿Será tan fuerte, para incluso eliminar los prejuicios y nuestros propios miedos?

Eso dependerá exclusivamente de nosotros…

PrimeraParte: Sofía Fuentes.

Empezar de Cero.

Son las 6:30 de la mañana y despierto con una ansiedad y nervios que nunca antes he experimentado, o por lo menos no que yo recuerde. Me levanto lentamente y entro al baño junto con mi madre, para ducharme, salgo de ella y me veo al espejo, tengo una cara de sueño que no se puede describir con simples palabras, ¿quién me manda a ver televisión hastatarde? Me visto con mi mejor tenida, voy a mi nuevo lugar de trabajo, me lavo los dientes, me peino el cabello largo, ondulado y de color negro, que la naturaleza me brindó, y me maquillo, me molesta en demasía esto último, como si el maquillaje me ayudara a ser más bonita, ¡por favor! ¿Mi genero no se da cuenta que estos productos sólo dañan la piel? Yo prefiero mi belleza natural, piel blanca,mejillas de un color rosado claro, ojos dormilones, no sólo por el sueño evidente, sino que también lo son de nacimiento, de colores cafés y de pestañas largas. Si tuviera que definir mi contextura física diría que soy delgada, de un metro sesenta de estatura y con cincuenta kilo gramos de peso, no estoy para miss universo, pero me considero linda.

Mientras salgo del baño, veo que el comedorestá listo para que la familia Fuentes Olavarria tome un rico desayuno, me instalo alrededor de la mesa, me sigue mi sobrina Estefanía Orostiga, 18 años de edad, alta, de piel blanca, ojos cafés, y a diferencia mía, tiene el pelo liso. Su principal característica, lo risueña que es. Como siempre toma un sándwich y sale casi corriendo de la casa, porque para variar puede llegar tarde al trabajo, me daun beso en la frente antes de irse a su jardín de niños y me dice ¡Buena suerte loca! Ella es la loca, que sale con el pelo mojado en estos días de invierno y frío extremo.

Mi padre, un hombre de 70 años de edad, alto, moreno como el chocolate y con su cabeza blanca como la nieve, se sienta a la mesa y antes de tomar su taza, me mira.

* Sofía Fuentes — me dice con una voz de orgullo quenunca antes había escuchado.
* Esa soy yo — le respondo riéndome.
* ¿Cómo estás, para tu nuevo desafío?
* Ehm… Bien…
* ¿Qué pasa?, no te veo muy entusiasmada.
* Es que es un trabajo que no tiene relación con lo que me gusta y con lo que estudié. No me quejo, pero no puedo mentirte papá, no es con lo que he soñado todo este tiempo.
* ¡Ay Fuentesilla! — así me dice de cariño —En Santiago de Chile es muy difícil encontrar trabajo, y sobre todo si esa persona tiene las limitaciones físicas que tú enfrentas.

Si, por supuesto que estoy conciente de eso, llevo 25 años dándome contra la pared para poder ser alguien útil en la vida y demostrarle al mundo entero que una persona que vive con la mitad del cuerpo muerto, puede hacer lo que se le ocurra. Pero que ganas dedecirle a mi padre que ese no era el punto.

* Lo sé papá, pero igual es injusto.
* ¿Quién dijo que la vida es justa?, pero no por eso dejarás todo botado, ¿o si?
* Por supuesto que no Luis Fuentes, jamás he dejado algo inconcluso y ésta no será la excepción.
* ¡Esa es mi hija! — y me guiña un ojo.

Mientras terminamos de desayunar, por una extraña razón volteo y veo a mi madre,...