Libro

Páginas: 9 (2247 palabras) Publicado: 13 de noviembre de 2009
Cruzando la cordillera: el relato chileno del exilio.

Juan Armando Epple
(1980)

Literatura chilena, poemas y narraciones, escritas desde la perspectiva del autor desterrado. Basadano solo en la relimitación geográfica, sino en la percepción elemental que se prendió en quienes han debido desplazarse entre dos momentos históricos y dos ámbitos que alimentan la memoria y caracterizan la experiencia de una nueva escritura: la vida producida en el país y la que se continua, con signos contrastados en el exilio.
Existe una literatura que se escribe en el interior del país,desarrollada, en el nivel de los canales clandestinos y en el nivel de la difusión permitida por el oficialismo. Otra es la que se escribe en el exilio. Según ya varios ensayistas; dos literaturas no distintas, sino de diferentes modos de expresión de una misma cultura.
Las expresiones culturales el interior del país serán la pintura, el folclor y el “canto nuevo” (el fenómeno destacadoserá el teatro) permitiendo el diálogo con la realidad, gracias a la peculiaridad de sus lenguajes. (Cargar de significación los elementos no figurativos, otorgar valor metafórico o simbólico a aspectos representativos aparentemente neutros).
Las expresiones anteriores han podido decir lo que le es difícil decir a la literatura.
La literatura que se escribe en chile a tenido queretrotraerse al espacio intimo del hablante y la que se escribe en el exilio, en cambio, esta fuertemente motivada por la necesidad de rescatar y definir estéticamente la realidad histórica inmediata. La historia resiente, personal y colectiva, se convierte en el eje motivador del discurso literario.
Se percibe también al poeta como testigo de la historia, encontrándose en las primeras obrasposgolpe de Omar Lara y Raúl Barrientos. El conflicto entre la pertenencia a un espacio histórico del que el poeta ha sido separado y la conciencia de vivir una realidad suspendida, la vida del exilio, se expresa, como parte de un desarrollo poético coherente, en los últimos libros de Omar Lara, El viajero imperfecto (1979) y Hernán Castellano Girón, El automóvil celestial (1977), y Teoría del circopobre (1979).
Las antologías de los narradores chilenos que se han publicado después del 73. las primeras fueron “erkundungen II”, “22 chilenische autorem” (1976) “joven narrativa después del golpe”(1976).
Esta recopilación de Skermeta que podría llamarse de “narrativa joven” comparándola con otras que integran autores que la historia literaria tradicional ubicaría en distintasgeneraciones y el motivo es que como diría la lógica cartesiana: la realidad nacional de los últimos años ha demostrado, con lecciones contundentes, que la historia no se mueve descuerdo al suceder armónico o conflictivo de las generaciones, sino a partir de ciertos proyectos sociales y luchas que comprometen de modo indistinto a quienes las viven.
Por eso estas antologías pasando por alto lasdiferencias de sellos característicos de lenguaje, dialogan intergeneracionalmente uniendo voces del 38 del 50 y de la década del 60 y de aquellos que recién publican sus primeras páginas.
De modo que lo que cohesiona los relatos es la postura vital desde que se aprende y se valora la experiencia colectiva.
La oposición entre fascismo y democracia es la coyuntura que define la actitudpersonal y los deberes intelectuales.
Un segundo rasgo que comparten estas antologías es su heterogeneidad en cuanto a los géneros de narración incluidos, por ejemplo la narración chilena del exilio.
El hecho significativo del golpe militar llevo a los escritores a la necesidad de explicar lo sucedido y por ende a echar mano sobre los códigos posibles del relato y de los códigos...
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