Libro
CONOCIÉNDOTE
Se lo que los hombres quieren. Siempre buscan lo mismo. Sexo.
Perversión. Jugar. Es por eso que antes de que ellos vengan por
eso, yo voy por ellos. Así de simple. Ellos no juegan conmigo. Yo
juego con ellos.
Tengo un grupo de amigas…más bien conocidas, que no son
más que unas perras. Es verdad, se que están conmigo porque
les acarrea fama… y por esome siguen como perritos falderos.
La única que realmente vale la pena es Hinata, porque ella es
como yo, y no busca llamar la atención por mi causa. Ella sola es
un maldito imán. Así que como verán somos la una para la otra.
En el colegio ya no hay nadie que en realidad valga la pena.
Unos cuantos chicos que me llamaron la atención ya eran historia
antigua. Nada más que una noche de pasióno dos si el tipo era
muy bueno. Eso era todo para mí. Lo gracioso es que la mayoría
de los idiotas quedaban prendados y me estaban molestando por
semanas antes de darse cuenta de que habían sido desechados.
El último de ellos había sido Deidara, un lindo chico rubio, tan
bello como idiota, al que me lleve a un hotel una noche, pero el
muy necio no sirvió de mucho… no duro nada y simplementeno
valió la pena. Todo un fiasco.
El resto eran nada más que un montón de perritos falderos que
ponían el mundo a tus pies por un beso o una mamada. Idiotas.
¿Que se creían que yo estaba a la venta? Yo elijo a mis
hombres, no ellos a mí. Por lo que por ahora… estaba en sequia.
Que mierda más grande.
Estábamos en lo mismo de siempre, en medio del patio, tomando
un poco de sol, que era muyescaso en el estúpido pueblo al que
me había mandado mi madre. La muy idiota me envió con mi
padre porque dijo que yo era una perdida y no tenia futuro si
seguía cogiéndome a todo Tokio. Mira quién habla le conteste y
me mando de una patada a Okinawa. Maldita.
Ahora tenía que estar entreteniendo a un cúmulo de estúpidas
que me seguían para ver si conseguían algo de sexo con mi
fama. Ellasse hacían cargo de mis sobras. Eran como un cumulo
de malditas rémoras.
Fue entonces que vi a aquel chico que si no fuera por mi
completo aburrimiento jamás hubiese visto. Ni siquiera de lejos.
Pero ahí estaba, observándolo y analizando mis opciones. Como
si se tratase de un juego. La historia de mi vida
__Hey, Hinata –le dije a mi amiga, golpeándola en una pierna –
¿Quién es ese?
__Quien–susurro Hinata, que estaba ocupada mirando la cancha
de rugby, mirando traseros –.
__Ese chico de allí… el de lentes –le dije –.
__ ¿Esa cosa? –dijo Hinata con un dejo de asco
__Bueno, ¿me dirás o no quien mierda es?
__Vaya Sakura, te hace falta un buen polvo chica… -me dijo –
claro que se quién es. Es un idiota si quieres que te lo diga. Se
llama Sasuke… Uchiha o algo así. No es más que unarata de
biblioteca. Nada de tu tipo.
__Mmmmm –dije yo, observándolo –.
Hinata era muy amiga mía, pero era una estúpida. Si no era
capaz de ver el potencial de ese chico era porque le faltaban
neuronas. Era alto, se notaba y tenía un cuerpo delgado, pero
atlético. Tenía la piel más blanca que la de una chica y el pelo
negro, azabache demasiado peinado, con una partidura al medio
que lohacía ver más bobo de lo que ya era. Además esos
lentes… por Dios, hace años que habían inventado los lentes de
contacto… Estaba sentado leyendo y tenía las piernas abiertas.
Deliberadamente fije mis ojos en el bulto de su entrepierna y
pude ver, aun desde la distancia que el chico tenia lo suyo. Un
cambio de ropa, un corte de pelo… adiós a las gafas… y seria
todo un dios… habría que ver lodemás.
Me senté a su lado, cruzando las piernas y me deleite en ver
cómo me devoraba con los ojos. Puse una mano en su muslo y le
dije con mi voz más sexy:
__Espérame aquí Hinata –le dije poniéndome de pie –.
__ ¿Y me leerías algo de eso… para ver de qué se trata?
__A donde crees que vas –me pregunto al verme –.
__No es tu problema –le dije –.
Me acerque al chico, quien no saco los...
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