Libro
163-175
LAS CONFESIONES DE UN PEQUEÑO FILÓSOFO,
UNA OBRA «SUI GENERIS»
M.'' JOSÉ FERRARI
U niversidad de Columbia. Nueva York
RESUMEN
E ste estudio p r e t e n d e ser un análisis de los géneros y subgéneros literarios a
l os que se adscribe la o b r a de José Martínez Ruiz Las confesiones de un pequeño
filósofo, t ercera p a r t e de la trilogía de«Antonio Azorín» pero afín ya estéticamente a la sensibilidad de los «libros de estampas». P a r a ello, tomaremos en cuenta
o tros títulos de la producción de Azorín, así como o b r a s foráneas y españolas que
p a r t i c i p a n de la misma sensibilidad que preconiza. P o r último, justificaremos los
r esultados mediante un estudio detallado de las características poéticas y novelísticas másapreciables en «Las confesiones».
«Se suele hablar de novelas donde no pasa nada: en esas novelas es. precisamente, donde pasan más cosas. La intensidad suple al
enredo: en un estado de contemplación, la sensibilidad, con hondo impulso, se auna con el alma del mundo» ( Escritores, 268 ').
' En lo sucesivo citaré el nombre de la obra donde los artículos del autor han sido publicados en lugarde su fecha de su publicación, para evitar confusiones.
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M.'JOSÉ FERRARI
«Novela lírica», «poema en prosa», «novela poemática», «novela subjetiva»... A éstos, y aún a otros subgéneros literarios, se ha intentado adscribir Las
confesiones de un pequeño filósofo, sin que su precisión o su yerro hayan podido ser argumentados de manera indiscutible^. Porque si el encasillamiento deuna obra de arte a una tipología conlleva, con frecuencia, un atentado contra la
originalidad del autor —que ve presumidas o dadas por supuestas unas características que deben ser analizadas, siempre, en su particularidad—, aún lo es
más en el caso de la novela española de principio del siglo XX, en la que la
nueva bandera de la libertad creativa del autor se enarbola a pie de unas páginas quetratan de ser únicas y originales.
La crítica reacciona ante este afán de experimentación mediante una profusión de términos clasificatorios y definidores que pretenden abarcar las nuevas obras, aun cuando la mayoría de ellas reclaman, simplemente, no someterse a ningún nombre y ser estudiadas por sí mismas. Ésta es precisamente la
intención de este estudio.
Las confesiones de un pequeño filósofoes una obra esencia! en la trayectoria de Martínez Ruiz no sólo por su belleza, sino porque su composición acaece en un momento de transición del autor hacia una nueva sensibilidad: tercera parte de la trilogía de corte seudo-autobiográfico de «Antonio Azorín», se
encuentra más ligada estéticamente a los llamados «libros de estampas» inmediatamente posteriores, como Los Pueblos (1905), España(1909) o Castilla
(1912). Esta nueva sensibilidad, menos reflexiva y más sensual, impregna las
páginas hasta llegar a ser ella misma la protagonista: es la sensibilidad de Antonio Azorín la que sustituye a Antonio Azorín como protagonista de la novela, y seguirá siendo esa misma sensibilidad, fundida con la del autor, la que
protagonice las «estampas». Así pues, puede decirse que el gran cambioque
marca el paso de José Martínez Ruiz a «Azorín» radica en la posición de la
sensibilidad del autor: de ser sólo un medio, un elemento más, se convierte en
la verdadera protagonista.
La reacción de los autores ante la rigidez formal se deja sentir no sólo en
los resultados del nuevo arte, sino también en sus conciencias artísticas. En el
caso de Las confesiones de un pequeño filósofo, suspáginas permiten vislum' Para demostrar su difícil adscripción a un género tomemos como ejemplo las palabras de
Martínez Cachero en su prólogo a la edición de Austral: «Parece, pues, que andamos cerca de la novela, inmersos en un ámbito específicamente novelesco. Y sin embargo... La acción es escasa, y la
evocación se hace estática..., fragmentarismo que ha de unirse al autobiografismo de...
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