Libro

Una niña ha desaparecido. La niña desaparecida, raptada o secuestrada por sus padres, Madeleine. Si encendemos la televisión no encontraremos canal en el cualno se hable de este tema. La pequeña desapareció el 3 de mayo de 2007 mientras estaba de vacaciones con sus padres y hermanos en Portugal.

Desde esta fechaEuropa entera se ha volcado en la búsqueda de la primogénita de los McCann. La familia ha recibido dinero de las principales celebridades británicas, ya seanfutbolistas o estrellas, así como por una página en Internet de forma anónima.

Nos encontramos ante una recaudación de cuantiosas sumas de dinero donado, y lacontribución policíaca de más de tres países distintos para no lograr ningún resultado concluyente tras casi seis meses transcurridos.

En un día desaparecenmás de 1000 niños en todo el mundo, el 75% en el tercer mundo; muchos de ellos son explotados o no vuelven a aparecer nunca y si son niñas el 60% son introducidasforzosamente al mundo de la prostitución y se comercia con ellas. Los datos hablan por sí solos. Europa entera se moviliza por una sola niña porque los padresposeen una gran influencia social; en cambio, los padres de Anguru, habitantes de Mossi (una ciudad al este de Tanzania), siguen buscando sin ninguna ayudasocial a su hija, desaparecida en 2003. Así 1000 casos diarios. La pregunta de fondo es porque todos estos gobiernos, policías, hasta el mismísimo Vaticano seconmuevan y muevan cielo y tierra por una sola niña europea, teniendo 1000 casos similares todos los días. Sencillamente, se trata de una cuestión de intereses