LIbro

Prólogo




Un joven de 17 años, estaba encerrado en su habitación desde hace seis días, delgado, con ojeras, completamente cansado de todo, en soledad, sin familia, sin amigos y todo por una carta, a la que temía, temía a esa carta, temía lo que pudiera decir, después de todo lo que había pasado no necesitaba más, no necesitaba más dolor, tampoco necesitaba más sufrimiento.
Un joven el cual hatenido las peores semanas de su vida, donde ha descubierto engaños, que desea olvidar y nunca recordarlos, engaños que se repiten una y otra vez en su mente, al igual que todo lo que le han dicho, lastimándolo cada vez más, necesitaba olvidar, deseaba olvidar, añoraba olvidar. Un remedio para olvidar.







Capítulo I
El Gato de los ojos tristes



Mi nombre es Crhistian Steven Darrizon Alaska,pero muchos me dicen Crhis, tengo 17 años a cuatro meses de cumplir 18, soy feliz.

Me desperté en la madrugada por un ruido extraño proveniente de afuera. Me levanté, me puse mis zapatos y tomé una sudadera; Bajé las escaleras y abrí la puerta principal de la casa, había una caja.
-Con que de ahí venia ese ruido- Dije tomando la caja en mis brazos.
Cuando abrí la caja me asombré completamente,había un gatito “Demasiado tierno” pensé, lo tomé en mis brazos, hacía mucho frío, no lo dejaría ahí. Caminaba hacía mi habitación y me encontré a mi madre, ella me vio, pidiendo una explicación, seguí caminando, después tendría tiempo de dar explicaciones.
Llegué a mi habitación, me senté y puse al gatito a mi lado.
-Eres tan tierno- Le dije pareciendo un loco por hablarle a un gato, tenía uncollar, su nombre era “Pelusita”.
Ese pequeño gato me sacó una sonrisa al oírlo ronronear, lo atrapé y lo abracé.
Mi madre furiosa entró a mi habitación.
-¿¡En qué quedamos!? ¡No mascotas! ¿Acaso no sabes que soy alérgica al pelo de gato?- Estaba completamente furiosa.
-Mamá, jamás me has dejado tener ninguna mascota, déjame tener este gato, para no sentirme solo- Rogué a mi madre.
-¡No me vengas consoledad! Tú no sabes lo que es trabajar. Saca a ese gato ¡Ahora!- Gritó.
-No, no y no- Suspiré- Déjame tenerlo, solo se mantendrá aquí, es lo único que te pido- Seguí rogando.
Mi madre me vio pensando en que decir.
-E…está bien, pero no quiero ningún problema, uno solo y ese gato se va- Me advirtió.
Mi madre se fue y partí de alegría al saber que me quedaría con el pequeño gato.
Lo miré a los ojos,eran tristes, como si contasen una historia, única, sin final.













Capítulo II
Heridas




Cuando regresara de la universidad saldría de viaje con mi padre y mi madre, iríamos a mi pueblo natal. Sonreí al ver a mi novia esperándome en la entrada de la universidad.
-Buenos días, Crhis- Dijo Rebeca sonriente.
-Buenos días- Respondí.
Caminamos hacía nuestra aula, al llegar ahí, mi mejoramigo, Daniel, estaba mirando hacía la ventana, inmóvil.
-Discúlpame un momento por favor- Dije sacando Rebeca del aula para luego cerrar la puerta.
-¿Qué pasa Dani?- Pregunté preocupado.
-Nada, e…estoy bien- Respondió soltando un pequeño sollozo.
Volteé su cabeza bruscamente, sus ojos estaban cristalizados, él estaba a punto de llorar. Lo abracé lo más fuerte que pude, no me gustaba verlo así, pueslo considero un hermano.
-Es solo que, Jessica, mi novia, se mudó decidió que no quería una relación a distancia- Respondió triste.
-Siempre te voy a ayudar ¿Lo sabes?- Él asintió lentamente.
Me quedé embobado viendo sus ojos, me recordaban a los de mi gato, tristes, Daniel… estaba destrozado.
El timbre sonó y me aleje rápidamente de él.
-Perdón- Dije nervioso.
Él rápidamente me vio como si todofuera sobre mí, eso me asusto un poco.
-Está bien-volteó y sacó un cuaderno de su mochila- Me voy a química-Había olvidado por completo que a él le tocaba química.
Llegó el profesor de ciencias sociales, me quede frío por completo, su mirada me hacía creer que todo lo que me dijo era mentira, a él casi nunca le importaba su novia, era más solo vecinos que pareja.
-Si no pondrá atención a mi...