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CAPÍTULO XV
EL HOMBRE QUE FUE CORRIENDO
En el tiempo de la tarde el Dr. Kemp estaba sentado en su estudio en el mirador en el cerro
bardana vistas. Fue un poco de espacio agradable, con tresventanas de norte, oeste,
y al sur-y estanterías cubiertas de libros y publicaciones científicas, y un
amplia mesa de escribir, y, debajo de la ventana norte, un microscopio, notas de vidrio, minutosinstrumentos, algunas culturas, y botellas dispersas de reactivos. Lámpara solar del Dr. Kemp fue
encendido, aunque el cielo estaba todavía brillante con la luz del atardecer, y sus persianas estabanarriba porque
no hubo delito de peering forasteros para exigir destruiré. Dr. Kemp era una
joven alto y delgado, con el pelo rubio y un bigote casi blanco, y el
trabajo que estaba sobre ganaría él,esperaba, la comunión de la Real Sociedad, por lo
altamente Qué pensaba de él.
Y ojo, actualmente vagando de su obra, llamó la puesta del sol ardiente en la parte posterior
del monte que estádelante de la suya propia. Durante un minuto, tal vez se sentó, la pluma en la boca,
admirando el color dorado por encima de la cresta, y luego su atención fue atraída por
la pequeña figura de un hombre,negro como la tinta, corriendo sobre la colina-ceja hacia él. Él era un
hombrecillo bajito, y llevaba un sombrero alto, y él estaba corriendo tan rápido que sus piernas
de cierto brillaron.
"Otrode esos tontos", dijo el doctor Kemp. "Al igual que el culo que se topó conmigo esta mañana
alrededor de una esquina, con el '' Hombre Visible a-venir, señor! No me puedo imaginar lo que poseepersonas. Uno podría pensar que estábamos en el siglo XIII ".
Se levantó, se acercó a la ventana y se quedó mirando la ladera oscura, y la pequeña figura oscura
derribando ella. "Parece prisa maldita",dijo el doctor Kemp ", pero él no parece
ser subirse. Si sus bolsillos estaban llenos de plomo, que no podía correr más pesado ".
"Brotó, señor", dijo el doctor Kemp.
En otro momento, la más alta...