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Esa vez conseguimos una casita de madera con muchos pinos y boldos en el patio ypor el frente un antejardín lleno de flores. Se encontraba dentro del mar, en un sendero que lleva hacia la playa.
Quedaba poca gente, por que la temporada llegaba a su fin. A mi abuelita legustaba ir a veranear los primeros días de marzo., dice que es mas tranquilo y mas barato.
Comenzaba a oscurecer. Yo estaba sobre unas rocas altas junto a la playa, contemplando el mar. Noquedaba nada por allí. De pronto vi. En el cielo una luz roja sobre mi. Pensé que era una bengala o un cohete de esos que se lanzan para el año nuevo. Venia descendiendo, cambiando de colores yarrojando chispas. Cuando estuvo mas abajo comprendí que no era una bengala ni un cohete. Por que se agrandaba cada vez más; llego a tener el tamaño de una avioneta, mayor aun.
Cayó al mar aunos cincuenta metros de la orilla, frente a mí, sin emitir sonido alguno. Creí haber sido testigo de un desastre aéreo busque con la mirada algún paracaidista en el cielo., no había ninguno.Nada perturbaba el silencio y la tranquilidad de la laya.
Me dio mucho miedo y quise correr a avisarle a mi abuelita, pero espere un poco para ver si divisaba algo más. Cuando ya me iba,apareció algo blanco flotando en el punto donde a vía caído el avión., o lo que fuera. Era alguien que venia nadando hacia las rocas. Supuse que se trataba del piloto que se habría salvado delaccidente. Espere que se aproximara, para intentar ayudarlo en lo que yo pudiera.
Su nadar era ágil, de ello deduje que no estaba malherido.
Cuando estuvo mas cerca pude comprobar que quienvenia era un niño. Llego a las rocas y antes de comenzar a subir miro amistosamente. Pensé que estaba feliz de haberse salvado, la situación no parecía dramática para el, eso me calmo un poco.
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