libros

Maltrato animal

Entrecomillé el título de esta colaboración por tratarse del grito de guerra más sonado durante las recientes manifestaciones del sector de la protección animal, que hartos y enojados como estamos de tanto abuso y crueldad hacia tan frágiles criaturas, todavía más, por la total impunidad que priva en el tema, exigimos ya severas sanciones meritorias a los crímenes, sí,CRI-ME-NES, que diariamente y sobre todo tipo de fauna se cometen, incluso a nombre de la ¿educación?, la ciencia y la protección a la salud humana. Al respecto, confieso que me hace ruido en la oreja que por sobre los amados bichos, con demostrada capacidad de sentir física y emocionalmente, se haya dado preferencia a la drástica protección legal de los árboles, determinando penas de prisión y fuertessanciones económicas para quien sea sorprendido derribando, talando, destruyendo parcialmente u ocasionándole la muerte a uno de estos indispensables y bellísimos miembros del Reino Vegetal, y no se termine por aceptar castigar al parejo daños a la fauna. Por supuesto que no es en tono de queja o rechazo lo que expongo, y sí en cambio lo es el que se haya IGNORADO TOTALMENTE la violencia hacia losanimales como signo bien documentado del inicio de una carrera delictiva en el ser humano.

Y no es que haya cambiado de opinión. Sigo en la misma línea de la no inclusión en el código penal del “maltrato animal”, de no acotarse perfectamente lo que deberá entenderse como tal, ya que de haberse sostenido el proyecto como de inicio lo presentó en reciente pasado un asambleísta del Partido VerdeEcologista de México, cuyo asesor para lo correspondiente fue precisamente la persona que hoy va por un segundo intento desde la sociedad civil, me preocupa que se promueva como delito, por ejemplo, el no dar de comer “adecuadamente” a los animales, que como se comprenderá no es un hecho que deba calificarse por la vía penal, ya que en tal caso se estaría castigando la pobreza. Además, parasostener una acusación semejante tendría que contarse con la intervención de peritos acreditados y suficientemente capaces para determinar cuál es exactamente LA MÁS ADECUADA ALIMENTACIÓN por especie y/o raza, situación todavía más difícil cuando se dispone de un mercado inmenso de productos para la nutrición de todo peludo, plumífero o escamoso, que de no recibir el régimen ortodoxo tampoco significaríaque estuvieran mal. Entonces…

Mi postura sería más bien hacia buscar un puntual y severo castigo exclusivamente para quien demostradamente causara de forma ilegal la muerte de un animal, ya fuera de manera violenta o por negligencia, y/o que con tal agresión le provocara mutilaciones, invalidez permanente o problemas de salud que requirieran internamiento hospitalario y/o tratamientoterapéutico vitalicio. Fuera de ello, compañeros, compañeras, el resto son asuntos que debemos aprender a resolver por la vía civil… mucho más accesible, sencilla, expedita y costeable, debiendo exigir para ello la construcción (¡por favor no “reforma” al actual mamotreto vigente para el Distrito Federal!, del que lamentablemente se han desprendido muchos ordenamientos estatales) de una legislación deprotección, defensa y bienestar animal, clara, específica y acorde a los tiempos, pero sobre todo bajo la responsabilidad de UNA SOLA AUTORIDAD. Por lo tanto…

No perdamos la brújula creyendo que la vía penal será la solución al problema. Quizás un intento preventivo sí, pero no más allá. Basten como fundamento los más recientes datos fluidos del sexto y último informe del Jefe de Gobiernocapitalino, por los que fuimos enterados de que de las poco más del millón 300 mil averiguaciones previas levantadas, incluso por homicidio, durante su ejercicio de 6 años, quedaron alrededor del 75% sin resolver, ya hubiere sido por causa de un expediente mal integrado… por no haberse identificado plenamente al culpable o no habérsele encontrado… por carencia de investigación y falta de pruebas...