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Una de las reflexiones que suelo tener es preguntar sobre cuál es el bien supremo al cual el hombre puede aspirar. Según Aristóteles, el máximo bien que los hombres podemos alcanzar es la felicidad.Desde la mirada aristotélica, la felicidad es la mejor de las cosas humanas, es la meta no sólo de la ética, sino también de la política. Lo anterior se escucha bastante sensato; sin embargo, lapregunta que subyace a la temática es de qué manera puedo alcanzar dicha felicidad.

Me queda claro que la felicidad no es algo que esté ahí y que uno solo tenga que tomar; tampoco es un lugar del cualnos puedan dar la dirección y nuestra tarea sólo consista en llegar. Por supuesto que la felicidad no se obtiene moviendo una barita mágica o frotando cualquier lámpara maravillosa. La propuesta deAristóteles en la Ética nicomaquea resulta ser más convincente, pues asegura que la felicidad consiste en alguna especie de actividad. De esta manera, tenemos que partir de que la vida humana espreferentemente acción; y, son nuestras acciones las que nos harán felices o desgraciados. Por ello, los que actúan rectamente alcanzan las cosas buenas y hermosas; es decir, la felicidad. Así, esindiscutible la idea de que la felicidad no puede proceder de la suerte o la fortuna; no es algo que a algunos les haya sido otorgado al azar, o de lo que otros hayan quedado excluidos. La posibilidad de serfelices es algo que radica en nosotros y que podemos alcanzar a través del aprendizaje.

Aristóteles define a la felicidad como una actividad del alma que va de acuerdo con la virtud; siempre serefiere a la felicidad como lo mejor, lo más hermoso y lo más agradable. En ese sentido, el hombre feliz requiere de una virtud perfecta porque en ninguna actividad humana hay tanta estabilidad como en lasactividades virtuosas. El hombre feliz preferentemente hará y contemplará lo que es conforme a la virtud; soportará las vicisitudes o adversidades de la vida de manera noble y con moderación. Por...