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Mi extraño aeropuerto.
Un buen día estaba yo en mi casa haciendo la maleta para irme de viaje con mis padres, entonces, mi tía no podía llevarnos ya que estaba trabajando en una pescadería en lacual solo se vendían calamares gigantes, y ella se encargaba de pescarlos, llevarlos a la tienda y venderlos, la verdad era un trabajo complicado. Por este motivo, no nos quedó otra opción que la decoger un taxi. Al subirnos observamos que el conductor era una especie de camello, un dromedario de Oriente, al parecer estaban de moda estos taxistas y ya era extraño encontrarte con un taxista humano.Al bajarnos del taxi, le pagamos a Josué, nuestro amigo el dromedario y entramos al aeropuerto.

Una vez dentro, nuestras perfectas maletas blancas e inmaculadas comenzaron a tener un color muyextraño y cobraron vida. Cuando nuestras maletas, ahora verdes con pies humanos, empezaron a correr nos asustamos y decidimos llamar a la policía. Al contarles toda la historia, incluido nuestro amigo eldromedario, nos tomaron por locos y se rieron de nosotros.
Mis padres, asustados, fueron a comprar agua y mientras yo me llené de valentía y fui en busca de nuestras locas maletas. Cuando empecé abuscar, me quede asombrada. Abrí los ojos como platos, como si de la vajilla de porcelana de mi madre rompiéndose en mil pedazos por mi culpa se tratase, y observé que tenía justo delante mirándome muyfijamente a mi amigo el dromedario, con mis maletas en las manos. Salí corriendo para avisar a mis padres y con tanta locura en nuestras cabezas no tuvieron más remedio que creerme.

No teníamosmás opciones, íbamos a perder el vuelo y no teníamos maletas, por lo tanto llamamos a mi tía con urgencia. A la hora y media apareció en la terminal 2 del aeropuerto, con su calamar gigante, el queacababa de pescar. Al parecer los dromedarios y los calamares siempre se han tenido un odio espantoso, cosa de la que me enteré cuando se miraron a los ojos y sin más, se enfrentaron entre ellos y...