Lic. en Psicología





DIMENSIÓN PSICOANALÍTICA

DIPLOMADO “Clínica de Freud”




María Isabel Fernández Manríquez.
Noviembre, 2014.








ENSAYO SOBRE DUELO Y MELANCOLÍA.
Para el desarrollo del presente ensayo, tomaré como punto de partida algunas preguntas que me surgen a razón de la relación que he establecido con las familias de alumnos que asisten a las escuelas de educación especial,hoy llamados Centros de Atención Múltiple (CAM), lo cual me ha permitido escuchar algunas preguntas que se hacen las familias, las formas cómo intentan responderse o bien las argumentaciones que se dan, más allá de una respuesta, más como una forma de vida que deciden tomar toda vez que constatan, al mirar día a día a su hijo que tiene una discapacidad, es decir, no ve…está ciego; no ve…perdió lavisión a los cinco años; no se puede mover…está parapléjico; no camina bien… tiene secuela de parálisis cerebral; es lento, no aprende igual que los demás, quizá nunca aprenda a leer y escribir…necesita educación especial…tiene discapacidad intelectual…es deficiente mental…”pero ella nació bien, fue el médico, tuvo un error, mi hija tuvo hipoxia al nacer y no la atendieron bien, de allí le vino elretraso”; no oye, sólo con señas nos comunicamos, pero no tiene discapacidad auditiva, es un sordo que necesita otra forma para comunicarse, el lenguaje de señas, sólo eso.
Las familias representadas por las mujeres-madres, en muchas ocasiones solas, abandonadas por haber tenido un hijo con discapacidad, abuelos responsables del nieto porque los hijos no aceptan a su hijo bajo esta circunstanciay deciden alejarse o irse de casa a “hacer su vida” dicen los abuelos; hermanos que apoyan a sus padres que tienen que trabajar para llevar a su hermano a la escuela, asistir a juntas escolares y cubrir todos los compromisos institucionales que se demanden; padres solteros abandonados por las mujeres-madres que por alguna circunstancia renuncian a hacer efectivo un rol al tener un hijo condiscapacidad e inauguran otro, otros; parejas de padres que se debaten entre uno y otro a cumplir y hacer cumplir el derecho a la educación de sus hijos con todas las implicaciones institucionales que ello implica en un país en donde el derecho se ve como un favor que nos otorgan a la ciudadanía y no como aquello que nadie nos puede quitar, porque no se responde conforme a derecho, sino es una respuestaa capricho de quién ostenta el poder de decisión, en determinado momento.
En este contexto en el que se debaten las familias, pretendo partir de algunas interrogantes:
¿Es posible pensar este enfrentamiento de las familias ante el nacimiento de un hijo con discapacidad como un proceso de sobreinvestidura y clausura, que van de la mano dice Freud, de un duelo ante la pérdida o no llegada delhijo esperado (idealizado) y que ese niño-hijo no lo representará, no podrá cumplir la expectativa (lo que pudo ser y ya no va a ser) del hijo esperado, deseado, fantaseado?
¿Se juega de alguna manera la culpa en este proceso de duelo o melancolía?
¿Se puede pensar, de acuerdo a cada familia y sus circunstancias que puede tener lugar un proceso de duelo y/o melancolía, puede jugarse la melancolíaante la pérdida del hijo idealizado, una pérdida más imaginaria que real?
¿En estas experiencias tan devastadoras, hay una deuda que se inscribe, ante qué, ante quién?
Para poder aproximarse a la reflexión sobre estas interrogantes, intentaré realizar un recorrido a la etimología de duelo y melancolía para de allí tratar de problematizar, desde el fundamento Freudiano como se juegan ambosprocesos en las familias que viven y conviven con sus hijos con alguna discapacidad y quizá una mirada de cómo lo abordan otros autores desde la topología de Lacan, si eso me es posible.
Melancolía es un término que deriva del latín y que, a su vez, tiene su origen en un vocablo griego que significa “bilis negra”. Se trata de la tristeza vaga, permanente y profunda, que puede haber nacido por causa...