Lic. en Psicologia
Animarse a otra versión.
Por María Élida Pelliza
La empresa familiar puede ser pensada como la convergencia de dos
organizaciones: una destinada a laevolución de los vínculos afectivos en
búsqueda de la felicidad, la armonía y la contención de las personas que la
integran y la otra pone su objetivo en la generación de recursos económicos a
través deldesarrollo de una actividad específica elegida por rentable, por
conocida, por placer en su realización; o por el contrario heredada.
Como toda actividad exige ser evaluada, surgen entonces de eseanálisis los
efectos de la práctica cotidiana; lo que es necesario modificar y lo que debe
continuar por su buen rendimiento.
En otros términos, hacer un “diagnóstico” para establecer un pronósticoe
iniciar un proceso de reparación, recuperación y modificación de prácticas
viciosas por prácticas virtuosas que den el resultado esperado.
Con rapidez se detecta la falta de éxito económico,pero resulta muy difícil
descubrir cual es camino repetido que ha dado ese resultado, otras veces el
fracaso se debe a modalidades operativas signadas por la rigidez sin animarse
a imaginar quepuede haber una solución adaptada y un período de transición
adecuado para producir un cambio que traerá no sólo éxito económico sino
alivio a las personas involucradas directa e indirectamente con lagestión de
gerenciamiento.
En lo que no funciona encontramos obstáculos, los conflictos que están en la
base, lo que debe ser revisado, proponiendo un análisis de la gestión, desde
expectativasen los actos fundacionales hasta el presente, un recorrido en la
recta histórica permite comenzar a rastrear circunstancias que luego convergen
en la situación conflictiva y frustrante.
Lo quetiende a repetirse con el rasgo característico de cada caso en particular:
*Deslizamiento de roles familiares en la organización empresarial.
*Conflictos de crecimiento.
*Incorporación de nuevas...
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