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Desaparecidos, un lastre para la sociedad

Madres, hijos, hermanas de personas desaparecidas y víctimas de la violencia ven cómo su vida se ha trastocado en la búsqueda de justicia. Su vida ha cambiado radicalmente, los testimonios son ejemplo crudo de un sistema que además de negarles el acceso a la justicia, les ha generado pobreza y marginación. Así como dolor, frustración e impotencia.Situación de la cual ninguna instancia gubernamental se hace cargo.
Para estas víctimas la aprobación de la Ley General de Víctimas no simboliza nada, ya que no se cuenta con los recursos suficientes para la reparación del daño, ni tampoco con una instancia que regule. Si bien es cierto es una ley bien hecha, en la práctica se verá su eficacia. Los familiares de las víctimas afirman que se va arequerir de una gran cantidad de recursos tanto jurídicos como legislativos y presupuestales, para su implementación real.
Víctimas hay muchas y para muestra en este trabajo, les daremos a conocer algunos de los casos que han estremecido a la sociedad, pero que a la fecha algunos adolecen de justicia.

NO HAYJUSTICIA, LA AUTORIDAD NO INVESTIGA A LOS CULPABLES
Siete pequeños se han quedado a laderiva, su vida al igual que la de su familia cambió por completo, efectivos militares se llevaron a sus tutores. Ellos son víctimas de la injusticia que se vive en Chihuahua, 37 de los miembros de su familia han sido desplazados a otros lugares tras el hostigamiento y las amenazas de las autoridades.
Nitza Paola Alvarado Espinoza, de 31 años; José Ángel Alvarado Herrera, de 30 y Rocío Irene AlvaradoReyes, de 18, fueron sacados de su hogar por el Ejército Mexicano un 29 de diciembre de 2009. La familia Alvarado se preparaba para festejar en familia la llegada del Año Nuevo, sin embargo esa algarabía por estar todos reunidos en el hogar, se convirtió en angustia, dolor, desesperación; los militares les arrebataron a tres de sus seres queridos.
María de Jesús Alvarado Espinoza, hermana deNitza y prima de José Ángel y Rocío relata que ellos fueron secuestrados por elementos del Ejército Mexicano, destacamentados en la región de Casas Grandes, esto frente a familiares, vecinos y amigos de la familia.
La familia se había reunido en el ejido Benito Juárez en el municipio de Buenaventura, se habían puesto de acuerdo para celebrar juntos la llegada de un Nuevo Año, de nuevas oportunidadesy de buenas cosas. “Era un día normal, nosotros vivíamos en Ciudad Juárez, fuimos al ejido a pasar las festividades, ahí nos reuníamos siempre en el pueblo”.
Un día antes, José Ángel en compañía de su esposa embarazada y sus dos hijos, nunca se imaginó el horror que estaba por vivir.
El día 29, estaban muy contentos en la casa de los padres de María de Jesús y Nitza, cuando llegó José Ángelpara pedirle a Nitza que le diera un “raid” a la casa de su suegra porque le habían avisado que la suegra se había puesto enferma. Nitza y José Ángel se dirigieron a la casa de la suegra, estando ahí llegó un grupo de 10 soldados. Los elementos los bajaron por la fuerza de la camioneta Sierra GMC. A Nitza la jalaron del cabello, situación que enardeció a José Ángel, quien trató de defenderla; lesdecía que por qué la maltrataban. José Ángel luchó contra ellos, les tiró las esposas, los cascos, pero lo sometieron, empezaron a golpearlo sin piedad, a la vez que amenazaban a la suegra y a la esposa con las armas de grueso calibre, así como a las personas que estaban alrededor viendo la dantesca escena, a fin de que no se metieran. Ya el reloj marcaba entre las 20:00 y 21:00 horas.
Los sometierony se los llevaron, la familia de inmediato abordó otros vehículos y empezó a seguir al grupo armado, porque nadie se explicaba el porqué se los habían llevado. La persecución se dio por brechas, nunca les dieron alcance, pues los militares apagaban las luces para no ser detectados por los familiares. “Íbamos detrás de ellos tratando de alcanzarlos para quitarles a mi familia, pero los...