licenciado
Pero la realidad delghetto no tarda en imponerse. Una pandillera latina de su clase presencia un tiroteo originado por cuestiones raciales; otro día la profesora intercepta una desagradable caricatura racista. Erinaprovecha esos incidentes y los convierte en dinamicos elementos de aprendizaje. Así se produce una transformación en el aula: los alumnos empiezan a escuchar y Erin se libera de sus idealistas prejuiciosy acepta oir las historias que le cuentan los chicos sobre las malas calles en las que deben sobrevivir a una guerra no declarada. Erin empieza a conectar con los miembros de su clase. Les traediscos de música urbana y libros surgidos de otro tipo de ghetto, como El diario de Ana Frank, y con esas simples herramientas les abre los ojos a la experiencia de la lucha de quienes han sufrido laintolerancia fuera de las comunidades a las que los chicos pertenecen.
Sabiendo que cada uno de sus estudiantes tiene una historia que contar, Erin les anima a que escriban un diario con suspensamientos y experiencias. Tras compartirlo con los demás, cada alumno ve que sus compañeros viven una situación similar a la suya; y comprenden por primera vez que hay más horizontes en la vida que esperar...
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