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La casa del pueblo


Su fundador Don Aldo Pérez, minero y comerciante sin formación profesional, fundó en los años treinta una pequeña tienda de abarrotes llamada “La Casa del Pueblo” en Cosalá, Sinaloa, México. Su sueño había sido fomentar en sus hijos el amor por el negocio y continuarlo y así fue: el tiempo trascurrió y sus hijos quedaron al frente de la tienda que siguió creciendo… conalgunos problemas. Era la tercera generación de la familia encabezada por Alfonso, a quien le tocó administrar (año 2000) un negocio con mayores retos y menores utilidades. La problemática giraba en torno al cambio de Dirección, a un entorno más competitivo y, entre otros, a las sucesiones informales.

La casa del pueblo lo primero que se tiene es ordenar
Organizar a los dueños de la empresajerarquizar y llegar un acuerdo en la toma de decisiones
El dinero. El capital que se cuenta y lo que se puede adquirir y que innovaciones se puede hacer.
El personal. Al momento de contratar personal hacer examen de reclutamiento.
Los productos. Tener productos de calidad y conseguirlos a más bajo costo
Los clientes. Hacer estudio de que es lo que requieren los clientes y no tenerproductos nada más por tenerlos.
Almacenamiento. Poner un área de bodega y embalaje
Créditos. Tener un estudio el cual de los clientes tiene solvencia económica para poder pagar los créditos o hacer líneas de crédito que se ajusten a cada cliente
Los proveedores. Llegar a un acuerdo con los proveedores para buscar financiamientos y para créditos en los pagos.



1938, el inicio
“La Casa delPueblo”, una tienda de abarrotes ubicada en el poblado de Cosalá, Sinaloa, México, fue fundada en 1938 por don Aldo Pérez, hijo de campesinos, sin estudios formales pero con espíritu de superación y quien hasta antes de decidir abrir la tienda había sido minero. Don Aldo pensó que sería un buen negocio comprar y vender todo lo que en el pueblo se necesitara: latería, salchichonería, lácteos,artículos de tocador, maletas, productos de limpieza, harinas, semillas, aceites y lubricantes, así como gasolina (la única bomba de gasolina en el pueblo) y abarrotes en general.
A un costado del negocio se encontraba la vivienda de los Pérez, construida al mismo tiempo que la tienda, debido a la gran extensión de terreno que don Aldo poseía (ver Figura 1). En un principio toda la familia veía comoun beneficio esta cercanía entre la tienda y la casa, por las extenuantes jornadas de trabajo y porque esto les permitía estar al pendiente del negocio; sin embargo, con el tiempo se darían cuenta de algunas desventajas de vivir a un costado de la tienda, por ejemplo:
Mucho ruido por ser calle principal.
C22-11-005 La Casa del pueblo
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Clientes que tocaban a la puerta para surtirgasolina a altas horas de la noche.
Problemas para maniobrar la mercancía recién llegada de la capital, por la falta de espacio.
Y, entre otros, las interrupciones a la hora de comer (desayuno, comida y cena) que no era fija debido al exceso de trabajo.

Figura1. Fachada de “La Casa del Pueblo” en la calle Hidalgo esquina con Arteaga.
Fuente. Archivo familiar. s.f.
El negocio, localizado enla manzana y calle principal del pueblo, a un costado de la catedral, gozaba de gran aceptación entre los vecinos, en gran medida porque don Aldo les hacía saber que había crédito abierto para todos aquellos que lo necesitaran. Pronto tuvo una gran lista de morosos que no podían liquidar ni 50% de sus pagarés.
La competencia era mínima, solo dos o tres estanquillos localizados a varios kilómetrosde distancia, con poco surtido y precios más alto. “La Casa del Pueblo” era la tienda más grande.
Don Aldo estaba casado con doña Linda, quien se dedicaba de tiempo completo al hogar y a cuidar de sus cuatro hijos: Heberto, el hijo mayor; Ángeles, sólo dos años menor que Heberto; el tercero era Adolfo, a quien Ángeles le llevaba casi cinco años; y la menor, Berenice.
El jefe de familia...