licenciado
SEPTIEMBRE 2011
Aportes de la Psicodinámica del trabajo al análisis del trabajo
Trabajar significa enfrentarse cotidianamente a peligros tales como el miedo, el aburrimiento, y también la
humillación, la vergüenza, el sentimiento de injusticia, de traicionar las propias convicciones, etc. Esto no significa que por ello los trabajadores enloquezcan.
Durante las últimas décadas del siglo XX varios investigadores investigaron las relaciones entre trabajo y
enfermedad mental. La ergonomía ha aportado una noción clave en cuanto a la diferencia entre el trabajo
teórico (tarea prescripta) y el trabajo real (actividad realizada por el trabajador en situación) y el desfasaje
que existe habitualmente entre ambos. Es importante identificar la diferencia de análisis que hace la
ergonomía, referida al estudio de la "actividad" y el de la psicodinámica que se refiere a la " organización
del trabajo".
La psicodinámica analiza cómo hacen los trabajadores para superar los imprevistos y contradicciones a los que están sometidos en el desarrollo de su actividad. Desde este punto de vista, puede entonces definirse
el trabajo como “la actividad desplegada por los hombres y las mujeres para enfrentar lo que no está dado
por la organización prescripta del trabajo”(DAVEZIES, 1991), todo lo que los trabajadores inventan para
resolver adecuadamente el desfasaje entre lo que deben hacer. Lo que es posible hacer y lo que desearían
hacer teniendo en cuenta lo que creen que es justo o bueno.
Aborda además los procesos intersubjetivos que hacen posible la gestión social de las interpretaciones del
trabajo por los sujetos (creadoras de actividades, de "saber hacer" y de modos operatorios nuevos). ajustar
la organización prescrita del trabajo exige la puesta en juego de iniciativa, invención, creatividad y formas
de inteligencia específicas cercana a aquello que el sentido común llama ingenio; en psicodinámica del
trabajo se lo denomina " inteligencia de la práctica" definiendo así a la forma de inteligencia que tiene que
ver con la actividad.
La organización del trabajo tal como está prescripta no resulta estrictamente aplicable y las múltiples contradicciones a las que los trabajadores se ven expuestos cotidianamente los llevan a salir de la legalidad
y a hacer trampas con las consignas de modo de realizar su tarea lo mejor posible. La sumatoria de normas
a respetar, supuestamente organizadoras del trabajo, no logran evitar que la organización real del trabajo
deba apartarse de ellas y pasar necesariamente por las "interpretaciones" que cada trabajador debe efectuar en la situación de trabajo concreta. Demás está decir que las interpretaciones difieren en muchos
casos.
Un concepto clave desde este punto de vista es el de identidad. Cada sujeto confirma cotidianamente su
identidad, la redefine; cuando esto no se logra, existen crisis de identidad, la persona no puede entonces
reconocerse a sí misma. Construir la identidad no es una tarea individual sino que requiere del contacto con los otros (intersubjetividad). En el ámbito social, la identidad está en estricta relación con lo que hago, con
lo que los demás reconocen de lo que yo hago (como útil o bello). En este sentido, el trabajo puede
contribuir a la realización de la persona como un importante sostén de su identidad (aún cuando la vida afectiva pueda caracterizarse por sufrimientos tales como duelos, divorcios, etc.) o ser un obstáculo para la
construcción de la identidad y ser fuente de sufrimiento.
. Estas trampas, necesarias pero no reconocidas muchas veces ni por los trabajadores ni por los directivos,
generan desconfianza mutua. El hecho de compartir espacios y descubrir las trampas que otros hacen ...
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