licenciado

Resistencia Armada y Autogobierno en América Latina.
Respuestas civiles ante Estados fallidos.





“Este modo de gobierno autónomo no es inventado así nomás por el EZLN, sino que viene de varios siglos de resistencia indígena y de la propia experiencia zapatista, y es como el autogobierno de las comunidades. O sea que no es que viene alguien de afuera a gobernar, sino que los mismospueblos deciden, de entre ellos, quién y cómo gobierna, y si no obedece pues lo quitan. O sea que si el que manda no obedece al pueblo, lo corretean, se sale de autoridad y entra otro1.”


Luis Alberto Vidrio Almazán.

Militarismo en Latinoamérica
América Latina sufre hoy una crisis de violencia, cada día son asesinadas 350 personas2, lo que convierte a la región en la segunda más violentadel mundo después de África, según el BID3, o incluso la más violenta del mundo según las estimaciones menos conservadoras del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en su Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-20144. Estas cifras colocan a los asesinatos en un nivel epidémico, con 100,000 muertes al año; mucho más que las muertes 52,000 por SIDA en la región5
Esta situaciónes del todo coherente con los más un millón cien mil de efectivos militares desplazados tan solo en la zona sur de la región, lo que equivale al 76% de las fuerzas militares de Estados Unidos6, quien es reconocido por tener el ejercito más grande del mundo.
Por otra parte, se calcula que en territorio latinoamericano existen más de 80 millones de armas ilegales provenientes de Estados Unidos,como bien lo reconoce el Centro de Información para la Defensa de Washington7. Pero el gran país del norte no solo es responsable de las armas ilegales en América Latina, también es el principal proveedor de las armas legales de la región, exportando a estos territorios el 33% del total de su armamento8. No es de sorprender que la mayor potencia económica del mundo, sea el mayor vendedor decualquier cosa, incluidas las armas; sin embargo el interés de la Unión Americana en las armas rebasa el intercambio comercial; como bien lo señala Romano (2012), al decir que: “Estados unidos es el mayor donante en todos los rubros, pero la brecha más amplia respecto a las aportaciones de otros organismos es en el rubro de apoyo al combate del crimen organizado”9, así que nuestro amigable país vecinono solo hace dinero con las armas, también las regala a propios y extraños.
Lo que estos datos reflejan es una realidad Latinoamericana plagada de armas, sangre y criminalidad, aunque para los organismos internacionales la violencia de la región signifique pérdidas económicas más que tragedias humanas. Así, el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI) declaraque en el 2012, América Latina gastó 34 mil millones de dólares y armas y defensa10 casi 5% más que durante 2011 o el 7% del PIB de la región, según el BID11, aunque ninguno de estos dos organismos internacionales considera que estos datos económicos significan también un aumento en las violaciones a los derechos humanos.
Lamentablemente este panorama militarizado no es novedoso en AméricaLatina. Durante y después de la guerra fría muchos países en Latinoamérica sufrieron una dictadura militar auspiciada por Estados Unidos. Esta militarización de la región tuvo como principal objetivo la expansión económica del capitalismo norteamericano, disfrazado como una cruzada contra la amenaza roja del comunismo. De esta forma desde inicios del siglo XX pero sobre todo en su última mitad,América Latina vio mermada su democracia por los regímenes de terror impuestos por el gran hermano norteño.
Desde entonces a la fecha la hegemonía militar norteamericana ha acompañado a sus inversiones financieras en la región. Empresas como Chiquita Brands, la bananera más grande del mundo, fue declarada culpable en el juzgado del distrito de Columbia (EE.UU.) por hacer negocios con organizaciones...