Licenciado
A principios de siglo pasado, Unamuno ya dedicó a Maragall el artículo Contra losbárbaros, que conserva todavía hoy pleno interés: “¡Ay, querido Maragall, su visca Espanya!, rebotará contra la insolente arrogancia de los bárbaros! Querrán que grite usted en castellano ¡vivaEspaña! y sin contenido, sin reflexión, como un grito brotado no del cerebro, sino de lo otro, de donde les salen a los bárbaros las voliciones enérgicas (…) Tienen los bárbaros hecha su composición delugar, y si se les habla no oyen. Ellos están al cabo de la cosa, a ellos no se les engaña (…) En los bárbaros la envidia toma forma de desdén. ¿Se podrá algo contra el embate continuo de las olas ciegasy sordas de los bárbaros? ¿Llegarán a ver, oír y entender?”.
En otro escrito, fechado en Salamanca en abril de 1907 con el título de La civilización es civismo (y publicado luego en Mi religión yotros ensayos) decía Unamuno: “Lo malo es que ni escarmentamos ni aprendemos, y así como empujamos a filipinos y a cubanos al separatismo, estamos empujando a él a los catalanes. Porque los verdaderoslaborantes del separatismo hay que buscarlos entre estas duras cabezas cabileñas, de una mentalidad, cuando no rudimentaria, recia, que se obstinan en plantear los problemas políticos con un violentodogmatismo teológico y en establecer principios indiscutibles”.
Y finalmente, tercera cita, estas líneas de una carta a Manuel Azaña, en 1918, cuando el intento, bárbaramente combatido por el...
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