Licenciado
ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA
NO.2 “ERASMO CASTELLANOS QUINTO”
CIVICA II
PROFRE: HIRAM CERVANTES
EL PROCESO
ALUMNO: AGUILETA VÁZQUEZ RAÚL RICARDO
GPO:202
CICLO ESC: 2011-2012
Resumen:
Josef K. es sorprendido, una mañana, por dos hombres quienes le informan que se le ha iniciado un proceso. Estos mismos guardias subalternos leproporcionan las dos claves a las que estará en adelante sujeto: la espera y el azar.
Atenerse a ellas significaría comenzar a entender el mecanismo de la justicia.
En El proceso, la identidad de cada uno de los miembros de la pirámide burocrática es doble, invisible o simulada: los guardias son a la vez ladrones (le roban a K. sus camisas) y "parecen" vulgares comisionistas; los verdugos,pobremente vestidos, se asemejan a viejos actores de una compañía de segunda; los códigos sobre la mesa del juez de instrucción no son sino libros pornográficos.
Por otra parte, también el conocimiento de los hechos es incierto, incompleto porque la maquinaria de la justicia está rodeada de misterio: "La jerarquía de la justicia comprendía grados infinitos, entre los cuales se perdían los propiosiniciados. Ahora bien, los debates ante los tribunales permanecían secretos en general, tanto para los pequeños funcionarios como para el público".
Existe una básica negación de la posibilidad de conocimiento y las preguntas que se plantean al principio de la novela quedarán sin respuesta hasta la muerte de K., quien por lo menos logra en apariencia entender su ejecución. K. se pregunta:
"La cuestiónesencial es saber de qué soy acusado. ¿Qué autoridad dirige el proceso? ¿Son ustedes funcionarios?":
Ninguna respuesta es posible: tanto los guardias como el abogado le dicen que interroga como lo haría un niño, y que ése no es, por cierto, el camino de la comprensión.
Por eso K. no logra entender nunca el carácter de su proceso y todos sus actos se encaminan a influir negativamente sobre susituación: su mayor error es la impaciencia, que lo precipita en los constantes equivocas donde se confunde.
Estos equívocos son propios de la realidad con la que K. debe enfrentarse, puesto que nadie asume, en ella, la apariencia que seria natural a su función: la comisión investigadora, por ejemplo, sesiona en una casa mísera -en realidad la casa del ujier-; cuando K. llega frente al juez deinstrucción siente que ese "tribunal" se parece bastante a una reunión política en la que existen dos bandos antagónicos que lo aplauden o abuchean; actúa como si esta impresión suya correspondiera con la realidad y por lo tanto se equivoca; en vez de contestar con humildad (actitud propia del procesado) a las preguntas, pronuncia un larga discurso, violando todas las convenciones.
Pone en dudala autoridad del juez de instrucción y la pertinencia del proceso mismo. En una palabra, desconoce las leyes del juego y pierde su oportunidad: "Quiero simplemente -dijo el juez- hacer notar que usted mismo se ha frustrado hoy, por no haberse dado cuenta de la ventaja que un interrogatorio representa siempre para un acusado".
Sin embargo, ni siquiera el juez puede confiar demasiado en la solidezy permanencia de sus propias palabras; la mujer del ujier -que es seducida por K., como todas las que encuentra en el transcurso de su proceso, quizás a causa del hecho mismo de ser un condenado- le dice que el juez ha informado largamente por escrito sobre los resultados del interrogatorio, tal como si éste hubiera existido realmente.
Según Marthe Robert, " ... dos formas de arte se ofrecensucesivamente como salida para la novela: en primer lugar la autobiografía de José K., que representa evidentemente la explotación de la literatura para dudosos fines de autodefensa. Por otra parte, el arte del pintor Titorelli (. . .) que es, pese a todo, el pintor oficial de la Justicia, o en otros términos de la colectividad, y como tal, puede comunicar a José K. informaciones claras y seguras...
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