Licenciado

Yo soy la tierra que andaban buscando.
Soy, según dijo Pepe Estrada, un regalo que desde el cielo le mandó su apá.
Estoy clavado en la tierra roja, en las piedras naranjosas, los huizaches y laspencas de maguey. De mí brotan tepehuajes, tepames, palo dulces y hasta pochotes, que son como las ceibas, espinosos en sus troncos pero generosos en su sombra.
Desde el inicio de los tiempos me quedéaquí, frente a una cañada, y diviso desde la teja del cerro los paisajes de Velasco: allá abajo se ve el ranchito al que nombran el Rincón del Molino, con sus huertas de limas, de mangos y el río quelo acaricia después de bajar de Arandas. Por estas fechas escucho clarito a las piedras que mueve el aguadal. Parecen más bien como un zumbido de chicharras, de esas que no se callan al medio día ymenos antes del tormentón que deja todo vaporoso.
Al Rincón del Molino lo cobija un monte empinado, y arriba se ven claritos los magueyes azulados, luego viene el azul intenso del cielo y las nubesblanquísimas como algodones salpicando el horizonte. Sólo escucho a los vientos mover los pastos.
Desde acá arriba diviso también el Ojo de Agua, su caserío y su templo. Está a mi altura, pero del otrolado de la hondonada del río, desde allá se oyen las campanas los domingos. Repican tan alto que las escuchan en La Palma, el rancherío donde David Estrada construyó su casa de descanso y donde sushijos pasaron los veranos de sus infancias.
No alcanzo a ver Atotonilco, pero dicen que está a diez kilómetros. Tampoco diviso Arandas, pero en 20 minutos ya están allá si traen coche. Mis vecinos máscercanos son el caserío de San Rafael, o San Rafail, como le dicen acá, y algunas granjas de caballos, maizales, magueyales y la fábrica de tequila de los González.
Soy el principio, la base y laesperanza. Soy anhelo, futuro y mañana. El despertar y el anochecer tranquilo. Soy remanso, inicio. Espíritu indómito, la caja de los tesoros.
Soy un vientre de tierra roja, fértil origen de la vida....