Licenciado

DEL PODER

JOUVENEL Bertrand de
Du Pouvoir
Paris, Hacchete 1998
Versión abreviada al español de
David Pantoja Morán.

Presentación del Minotauro.
Hemos vivido la guerra más atroz y más devastadora que Occidente ha conocido.
Ni una participación tan grande, niuna destrucción tan bárbara hubieran sido posibles sin la transformación de los hombres por las pasiones violentas y unánimes que ha permitido la perversión integral de sus actividades naturales. La excitación y el mantenimiento de esas pasiones ha sido la obra de una máquina de guerra que condiciona el empleo de todas las otras: la Propaganda. Ella ha sostenido la atrocidad de los hechos por laatrocidad de los sentimientos. p.21-22
La explicación inmediata
No es la voluntad del ambicioso, ni la necesidad del ataque que por sí solos expliquen la inmensidad de los medios puestos en aplicación hoy en día. Son los medios materiales y morales de los que disponen los gobiernos modernos. Es su poder lo que ha permitido la movilización total, sea para el ataque, sea para la defensa. Pp.22-23El progreso de la guerra
Si ordenamos cronológicamente las guerras que han desgarrado nuestro mundo occidental durante cerca de un milenio, nos aparece de manera impresionante que de una a la otra el coeficiente de participación de la sociedad en el conflicto ha sido constantemente creciente y que nuestra guerra total no es sino la culminación de una progresión incesante hacia ese término lógicode un progreso ininterrumpido de la guerra.
No es a la actualidad a la que hay que pedirle la explicación de nuestra desgracia, sino a la historia.
¿Que causa constantemente actuante ha dado a la guerra siempre más extensión (por extensión de la guerra designo aquí y designaré la absorción más o menos completa de la fuerzas sociales por la guerra)?
La respuesta la proporcionan los hechos. P.24Los reyes en busca de armas.
Cuando nos remontamos a la época- siglos XI y XII- en que se empiezan a formar los primeros Estados modernos, lo que nos sorprende en tiempos que se presentan tan belicosos es la extrema cortesía de los ejércitos y la brevedad de las campañas.
El rey dispone de los contingentes que le proporcionan sus vasallos- pero que no le deben el servicio más que durantecuarenta días. ¿Cómo intentar con ello grandes operaciones? Hace falta tropas disciplinadas y que lo sigan más tiempo, pero debe pagarles. ¿Con qué les pagaría no teniendo otros recursos que los ingresos de su dominio? No se admite absolutamente que pueda aumentar los impuestos y su gran recurso es el de obtener, si la Iglesia aprueba una expedición, que le deje durante algunos años, una décima desus ingresos. La guerra es entonces muy pequeña, porque el Poder es pequeño, no dispone de ninguno de las palancas esenciales: la obligación militar y la facultad impositiva. Pero el Poder se esfuerza en crecer: los reyes se ocupan en obtener que el clero, de una parte, los señores y las comunas, de la otra, le den ayudas financieras cada vez más frecuentes. Bajo los reinados, inglés de Eduardo Iy Eduardo III, francés de Felipe el Hermoso a Felipe de Valois esta tendencia va desarrollándose. Tales gestiones, tales solicitudes serán continuamente repetidas en el curso de la Guerra de Cien Años que nos la debemos representar como una sucesión de breves campañas que hay que financiar sucesivamente.
Es solamente al término de la guerra que el acostumbramiento al sacrificio permitiráestablecer un impuesto permanente- la talla- que sostiene un ejército permanente- las compañías de ordenanza. He ahí un prodigioso paso dado por el Poder: en lugar de mendigar una ayuda en circunstancias excepcionales, tiene en adelante una dotación permanente. P.25-27
Extensión del Poder. Extensión de la guerra.
¿Cómo acrecentar esta dotación? ¿Cómo aumentar la parte de la riqueza nacional que...