Licenciatura

Han trascurrido algunas 24 horas desde que se que dios fijó sus ojos en mí para rescatarme del infierno en el que vivía. Porque ahora sé, que es un infierno vivir sumida en la oscuridad, con esasensación de culpabilidad constante, de abandono, inseguridad, frustración y vacío en el alma.
Fue un domingo en el que me encontraba todavía sufriendo los estragos del alcohol y la desvelada, cuandotocaron a mi puerta, presentándose ante mi, un hombre, un alcohólico anónimo que sin saberlo yo, durante meses había intentado convencerme para que dejara de beber sin lograrlo.
Grande fue mi enojo, yaque horas antes, bajo el influjo del alcohol y de mi borrachera, lo había corrido de mi casa, pidiéndole que no volviera, argumentando que así era feliz y que así quería morir…¡Borracha!
Esta vez,el hombre se hacía acompañar de una mujer de gran personalidad, con una mirada cuyos ojos se podía leer, la compasión y la determinación de ayudar a este ser salvaje que era yo. Esta mujer también esuna AA y al comenzar a contarme la historia de su vida alcohólica todo mi ser se estremeció y las lágrimas de dolor, vergüenza y sufrimiento, brotaron de mis ojos, parecía que estaba viéndome ante unespejo ya que lo que yo había padecido, era casi lo mismo que me narraba.
Acordamos una cita para el día siguiente, lunes al terminar mi trabajo, pero la llegada la hora, mi enfermedad alcohólica sehizo patente y también una manifestación y también una manifestación divina que impidió que guiase mis pasos a un lugar en donde me esperaba mi madre y mi familia para una convivencia con alcohol,mucho alcohol.
Al llegar a la cita ya me esperaban 3 guerreras, 3 mujeres de AA, que se dieron a la tarea de contarme sus experiencias, su actividad alcohólica y como le estaban haciendo ahora que suvida había cambiado ya sin la ingesta de alcohol.
Accedí a ir a un grupo y en esos momentos me llevaron al grupo 22 de oct y allí pude escuchar a hombres y mujeres por igual brindarme su mayor tesoro...