Licenciatura
Martha Albores no sabe y ella lo sabe
Daniel Castillo
Nunca antes cruzar una calle para cambiar de trabajo le había costado tanto dinero a los campechanos. Hoy nos encontramoscon un caso en específico, el de la actual regidora del Ayuntamiento de Campeche, Martha Albores, que cruzó del Congreso al Palacio Municipal para hacer lo único que sabe: fingir que sabe.
Y así haengañado a cientos de personas, sobre todo empleados del sector salud que la han tenido como secretaria general de su sindicato en cinco periodos, dándole la oportunidad de amasar fortuna, enemigos y,sobre todo, cinismo. Cualquier acusación que se haga oficial o mediáticamente contra Martha Albores, ella lo tomará con esa sonrisa tan llena de sarcasmo, ensayada día tras día, como careta de susdeslealtades, chantajes y desvergüenzas.
Su paso gris como diputada local por el Cuarto Distrito (en la anterior distribución distrital) dejó en números rojos a los priístas y más que a nadie a doscandidatos de su partido en la anterior elección, que recibieron las secciones distritales de Albores entregadas a la oposición por su lamentable desempeño legislativo.
Al puro estilo delsindicalismo charro, Martha Albores recibió su posición como regidora por el único mérito de dominar el arte del chantaje y la corrupción, lo que le ha valido denuncias públicas por parte de empleados del sectorsalud y de su ahora compañera en el cabildo campechano, la doctora Guillermina Arceo, de traficar plazas, arremeter laboralmente contra quienes no se someten a sus caprichos y dejar en la zozobra aquienes se han atrevido a denunciarla.
El arte del engaño le ha servido a la regidora Albores para mantenerse a salvo de los cuestionamientos; es de las que no se deja entrevistar tan fácilmentepara poder ocultar su nivel de ignorancia de los temas primordiales de sus desempeños en puestos de servicio público. Ha preferido manejarse en bajo perfil y así mantener su propia leyenda urbana de...
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