Liderazgo Ético, factor clave para una Nueva Gestión Pública Prof. Emiliano Gómez López *Director del Programa de Liderazgo Etico de la Asociación Argentina de Administración Pública (AM) Introducción Durante varias décadas el discurso neoliberal ha destacado enfáticamente que el Estado y su actividad reguladora constituyen un obstáculo para el buen funcionamiento del mercado y un freno para eldesarrollo de la economía nacional. Uno de los argumentos centrales de ese discurso era el de la ineficiencia estatal, determinada por el gran volumen y el costo excesivo del aparato de Estado. Fue al amparo de este argumento que se llevó a cabo un proceso de privatizacion y desmantelamiento del Estado nacional, cuyas consecuencias han sido realmente funestas para la sociedad en general y para lossectores más desposeídos en particular. En rigor, el volumen del aparato de Estado no es necesariamente el factor que impida su buen funcionamiento. Puede haber un Estado de dimensiones modestas y sin embargo ineficiente por el atraso tecnológico, la corrupción o los hábitos y actitudes negativas de sus integrantes. La cuestión esencial que hay que resolver en el Estado no es su tamaño sino lacalidad de su gestión, y ésta depende del nivel de tecnificación, de la racionalidad funcional, pero sobre todo, de la calidad humana, profesional y ética de sus funcionarios. Hoy el gobierno de la Nación se ha fijado como objetivos de primer orden: impulsar el desarrollo socioeconómico del país y promover la eficiencia, la profesionalización y la confiabilidad del Estado. Es evidente que paraalcanzar estos objetivos se hace imprescindible introducir cambios sustanciales en el aparato estatal. Cambios que deben ir más allá de la mera reforma estructural, racionalización operativa, actualización tecnológica o capacitación técnica, para adentrarse en el terreno de la subjetividad individual y colectiva- de la organización. Se trata de instituir un nuevo estilo de gestión pública, basado envalores tales como, la honestidad, la responsabilidad personal, la solidaridad social, el profesionalismo y la disposición de servir a la ciudadanía. Esta tarea requiere que los dirigentes superiores del Estado y los mandos medios estén comprometidos con los cambios y estén dispuestos a encabezarlos con su ejemplo personal de honradez y dedicación al servicio. En suma, requiere de un liderazgo éticocuya base de sustentación sea la autoridad moral. Entendemos por liderazgo el arte de relacionarse constructivamente con otras personas y lograr que éstas se movilicen para alcanzar determinados objetivos. Esa relación, interactiva y dinámica, está basada principalmente en sentimientos, valores y objetivos compartidos. No se debe confundir el liderazgo con un cargo administrativo, una posiciónjerárquica dentro de la organización y menos aún con un rótulo en la puerta de una oficina. Tampoco es un título nobiliario que se adquiere una vez y se ostenta toda la vida. La gente sigue a una persona, no a un cargo o a un título; y lo hace mientras esta persona es creíble, inspira confianza y despierta entusiasmo. Si desaparece la credibilidad y se apaga el entusiasmo, el respeto y la adhesión aesa persona también se desvanecen, y
con ello su posibilidad de ejercer el liderazgo. En otras palabras, un individuo es líder sólo cuando otras personas lo siguen. La conducción de organizaciones puede revestir formas diversas. Hay muchos estilos de liderazgo. Pero el liderazgo ético es aquél cuyo accionar está pautado por la honestidad, la responsabilidad, el profesionalismo y el compromiso,y cuyo valor cardinal es el respeto a vida y a la dignidad del ser humano. Dado la importancia que tienen estas actitudes, vale la pena abordarlas con mayor detenimiento: La Honestidad La honestidad tiene muchos matices y su interpretación puede variar en función de la cultura, el grado de instrucción y la escala de valores que maneja cada individuo, no obstante, hay aspectos de la honestidad...
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