liderazgo

L-30.
Edmundo Esquenazi, una máquina de fabricar empresas
Por: IRENE LARRAZ |


Fue un visionario que revolucionó el sector petroquímico. Falleció a los 78 años. Así lo recuerdan.

Edmundo Esquenazi era extremadamente tímido. No concebía aparecer en un acto público o figurar como protagonista de un evento, pese a que su nombre empezó a sonar en la esfera económica del país desde muytemprano. Tal vez por eso ahora, tras su muerte el pasado miércoles, a los 78 años, aquejado de un enfisema pulmonar, sea tan difícil saber algo de él, y por eso es probable que sea más recordado por lo que hizo que por lo que dijo.

En su currículum figura un largo legado de empresas, desde Pavco, que lo lanzó a la industria del PVC, hasta su más reconocido Grupo Sanford, que fundó junto con susocio y amigo de toda la vida Jimmy Mayer, con el que transformó una incipiente industria petroquímica hasta convertirla en uno de los sectores más pujantes. Lo que no dice su hoja de vida es que era un hombre complejo de costumbres sencillas, cargado de buen humor y un bigote que lo siguió “desde que le creció por primera vez”, cuenta el empresario Alberto Furmanski, uno de sus más allegados.Edmundo nunca se contentó con menos de lo mejor. Y siempre lo obtuvo. Llegó a crear una veintena de empresas e hizo inversiones en otras tantas. Fue embajador en Israel, dio la vuelta al mundo –varias veces– e, incluso, dedicó parte de su tiempo a la filantropía, con la Fundación Neumológica y la Clínica Cardioinfantil, las inversiones de las que más orgullo sentía. Nació en Bogotá el 18 de marzo de1935, hijo de un inmigrante turco judío y una búlgara de ascendencia francesa, que llegaron huyendo de la Primera Guerra Mundial.

Las palabras siempre o nunca rodean la mayoría de las definiciones que sus amigos aportan de él. Pero hay al menos un siempre que su trayectoria obliga a usar: siempre tuvo éxito. “Él estudiaba la parte humana para trabajar con alguien; por eso siempre se rodeó depersonas muy leales y con mucha vocación. Su papel era conciliarlos a todos; era el paño de lágrimas de la organización, porque tenía mucha paciencia, y su puerta siempre estaba abierta”, dice Alberto Furmanski.

Edmundo Esquenazi prefería un grupo reducido a una gran reunión social. Y los negocios solían ser el tema de la mayor parte de sus conversaciones. Antonio Nariño, uno de sus socios en elsector de las flores, lo recuerda así: “Aparte de viajar, su mayor hobby era trabajar. Nos reuníamos los sábados o domingos y él cocinaba hasta en la oficina. Su trabajo le representó una gran felicidad”.

Eso explica que la decisión de salir de Sanford fuera la más difícil, explica Furmanski, quien remarca que su extremada exigencia la aplicaba también a sí mismo. “Supo que tenía que haber uncambio generacional y se hizo a un lado”, agrega.

“Para él fue duro después de ser el presidente de una empresa tan grande como Pavco y presidente del grupo Sanford tomar la decisión… Lo tuvo que pensar mucho.” Quien lo cuenta es Clemencia Velandia, su secretaria y un apoyo leal durante más de 40 años. “Hasta la última semana estuvo trabajando”, recalca Clemencia. Y añade: “Era de una tenacidad yde una constancia ejemplares. Su escritorio tenía que estar todo cuadrado; hasta los cuadros. Era una manía; se sentaba en el escritorio y miraba qué cuadro estaba torcido y se tenía que enderezar al momento”, como una metáfora de su vida.
Un pionero
Jimmy Mayer y Edmundo Esquenazi han sido los pioneros de la industria plástica y petroquímica en Colombia. Pero Esquenazi también se destacó porsus aportes sociales a fundaciones médicas y comunidades en general.

IRENE LARRAZ.

L-31.
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