Liderazgo
De la apacible aldea rural a la profética aldea global
Si bien la comunicación ha sido a través de los tiempos un proceso vital para la adquisición, comprensión y difusión del conocimiento, así como también una vía para la convivencia humana, en los últimos lustros es materia casi obligada de reinterpretar y hasta de redefinir.
Aesa conclusión parece llegarse necesariamente si consideramos que nunca antes como ahora, ni con tanta fuerza, el mundo experimenta condiciones tan imponentes en la comunicación humana. Esto por supuesto trae automáticamente aparejada la necesidad de un nuevo modelo o paradigma comunicacional.
Los hechos están a la vista: la magnitud del cambio en las comunicaciones en por lo menos los últimos 25años ha sido dramática, impresionante y hasta impredecible.
Veamos un ejemplo que espero explique el por qué de esa afirmación: si nos remontamos a los tiempos en que nuestro país tenía una población muy reducida en comparación con la de ahora, constituida en su gran mayoría por aquellos labriegos sencillos que menciona nuestro himno nacional, veremos que el espectro de comunicación era tambiénreducido: no se necesitaba adquirir mucho conocimiento o al menos no era tan vital para sobrevivir.
La propia literatura costarricense da cuenta de aquella apacible época de los albores de la independencia. Una escena muy familiar retratada en numerosos libros es aquella donde como una gran familia, los campesinos después de sus faenas laborales se reunían al atardecer en los corredores de lascasas a departir animadamente, cantar al son de sus guitarras, comentar los acontecimientos del día o recordar tiempos idos.
Pasaría mucho tiempo antes de que un sorprendente invento viniera a enriquecer la comunicación entre los humanos, y ese fue el advenimiento de la radio que revolucionó ese proceso al lograr expresiones nuevas de comunicación entre los individuos.
Pese a todo, el avancetecnológico era aún muy lento y gradual y no sería sino con la llegada de la televisión a los hogares del mundo que la sociedad dispondría de nuevas posibilidades de comunicación que en cierto modo abrían nuevos horizontes previstos ya en la visión futurista de Mc Luhan sobre la llamada “aldea global” – que es un término posiblemente acuñado como expresión de la exponencialmente crecienteinterconectividad humana a escala global generada por los medios electrónicos de comunicación (1) – tan real y visible en los tiempos actuales.
Paralelamente empezaba también el trabajo duro para los pensadores de la comunicación en la necesaria elaboración de las teorías sobre esta materia de las ciencias sociales.
Contaba un profesor en una de sus lecciones de periodismo, cómo la entronización de latelevisión en Costa Rica desplazó la comunicación familiar a un segundo plano y cómo movió el piso –por utilizar la metáfora del terremoto de Barnett Peace- a este hombre acostumbrado a la comunicación cara a cara.
La desorientación fue entonces el resultado que hizo sentirse a este viejo hombre poco menos que apartado del mundo, un poco des-integrado socialmente; diría yo, algo así como parado en unaestación de tren despidiéndose de alguien a quien ya no volvería a ver más.
Para mí, esta anécdota ejemplifica muy claramente cómo una revolución en las comunicaciones implica, o más bien, fuerza a la elaboración de un nuevo modelo que explique el nuevo contexto social.
Esta nueva forma de comunicación conlleva nuevas formas de percibirnos y de construirnos a nosotros mismos, así como nuevasformas de relación social entre los individuos. Es decir, un modelo o paradigma que nace en virtud de nuevas condiciones de la sociedad.
Y es que hoy más que nunca estamos inmersos en un medio donde las interacciones sociales encuentran nuevos modos de expresión, más impersonales, -eso sí- y además más masivos.
La comunicación, por otro lado, se volvió, -diría yo- omnipresente, es decir, sin...
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