Liibres, responsables, y sin excusas

LIBRES, RESPONSABLES, Y SIN EXCUSAS
Por Ana Elízabeth Rivarola

Suele suceder que cuando hablamos de política, las primeras ideas que se nos vienen a la mente son las de ‘Estado’, ‘partidos’, ‘candidatos’. Por un lado, esto puede deberse a una concepción popular que vincula a estos espacios como exclusivos para el desarrollo de la política. Por otro lado, el descreimiento y la apatíageneralizada probablemente ocasionen que las personas olviden que el poder y el derecho de ejercer la política, como ciudadanos que somos en una república democrática, son inalienables.
Pero la política va mucho más allá. Podríamos decir que tiene relación con el ejercicio del poder, y el poder, tomando a Thompson, es “la capacidad para actuar de acuerdo a la consecución de los propósitos e intereses decada uno, la capacidad de intervenir en el curso de los acontecimientos y de afectar a sus resultados”[1]. Probablemente sea éste el motivo de que se limite la política a las acciones del Estado y de aquellos que aspiran a ser parte de él, ya que en los últimos tiempos, el Estado se ha ido convirtiendo en el mayor centro de poder. Y es importante destacar que la política tampoco puede separase dela acción, pero no hablamos sólo de la acción como la entendemos comúnmente, o de la toma de medidas específicas. Una de las formas más habituales de ejercer la política es el lenguaje. Si tomamos la teoría de Virno, vemos que en política, no pueden separarse el lenguaje y la acción, porque el lenguaje es una forma de acción y, a su vez, la acción está organizada por el lenguaje. Ahora bien, sitomamos específicamente los discursos y las declaraciones de los políticos (con los que es común sentirnos defraudados o engañados), podemos retomar lo que nos dice Hannah Pitkin: “La decepción masiva política moderna no está referida a los secretos de estado, sino a los hechos conocidos general y públicamente”. Y es que aunque haya cosas que no se muestren en los grandes medios, o aunque nuestrosdirigentes pretendan hacer la vista gorda, basta con salir a la calle para comprender que día a día nuestros derechos son quebrantados. Pero éste reconocimiento de carencias no implica en sí mismo una puesta en lucha por parte de los ciudadanos. Así como lo describe Pitkin, vivimos en un mundo donde el pensamiento científico “termina haciéndonos dudar de nuestra capacidad para conocer y percibircualquier cosa en absoluto”[2], así como también nos conduce a una cosificación del hombre que nos hace ver a los seres humanos “de un modo totalmente deshumanizado, desprovistos de significación y de sentido”, reduciendo nuestra posibilidad de culpa al dañar a otros, sustituyendo a los gobiernos por una “administración de las cosas”, y principalmente incapacitándonos para juzgar y actuar. Todo estoes lo que nos lleva, hoy en día, a ser víctimas de una apatía generalizada, en donde la queja poco tiene que ver con el reclamo, en donde la discusión se confina a la mesa de café, y en donde el espacio político está abierto, pero devaluado.
Pero el error aquí sería creer que la situación antes descrita se aplica a toda la sociedad rigurosamente. Hay numerosas organizaciones en lucha quedemuestran lo contrario. Así como lo plantea Offe citando a Marsh, “unos mayores niveles de potencial de protesta no están asociados con un alejamiento de la política ortodoxa, sino que son parte de una actitud paralela, dualista, hacia el uso de la acción política”[3] Es decir que estas organizaciones, como bien lo expone Offe, tienen un ámbito de acción política “no institucional”, y buscan con suaccionar ciertos efectos que afectan a todo el conjunto de la sociedad, estableciéndose dentro de un universo de conflicto intrínsecamente relacionado con su tema de interés y de lucha.
Queda por cuestionarse si estas organizaciones existen realmente en la consciencia colectiva. El ciudadano común ¿las tiene en cuenta como organismos políticos pujantes? Es difícil encontrar una respuesta certera....