Limite... la linea amarilla
Todos ellos detenidos, con las limitaciones de poder vivir otras cosas, conocer otros lugares, sin saber que ocurre enel mundo. Ahora que me lo pregunto, es necesario saberlo cuando estás atorado entre ellos. Quisiera realmente saber si es posible pensar en el mundoen ésta situación. En este momento más de 200 personas en la estación del metro, están esperando otro tren y se preguntarán qué pasa con el mundo.Otro tiro de gracia, ante la certeza de que la buena acción, los principios y los modales de alcurnia se reducen al primero “yo”. Tal vez después sepensará en dejar al otro pelotudo, que seguro te ganara tu lugar. ¿Qué esperamos? Si solo viajo dos estaciones. Será que mi espera es distinta. Observarcada uno de ellos, sobrios, mirando a la nada, o mejor dicho distrayendo la mirada en “cualquier cosa”, cualquiera que haga pasar la espera del tren.
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