linguistica
V.Camps “La mentira como presupuesto”
1 – Mentira y juego de lenguaje
Si la verdad no es un absoluto, tampoco deberia serlo la mentira. Ésta aparece como una convención más que debe ser aprendida. No obstante, la sinceridad sigue siendo considerada como el presupuesto primero de la comunicación, la condición inevitable del buen entendimiento.
Austin afirma, con su teorización sobrelos infortunios, afirma que lo que hace el lenguaje no es verdadero ni falso, sino que está bien o mal hecho. En lugar de errores o falsedades, habla de Infortunios, entre ellos los “abusos”, constituidos por la insinceridad del acto. Mentir no consiste en decir cosas falsas, sino insinceras (“mentir es lo contrario de lo que uno piensa, con la intención de engañar” – San Agustín-)
2 - Lamentira y los actos de habla
¿Cabe considerar a la mentira como un acto de habla? Señala Austin que la realización de un acto de habla no depende tanto de la disposición mental del hablante como del “ajustarse a un procedimiento convencional aceptado”. Tal convencionalidad es propia de la ilocución (lo que hacemos al decir algo), pero no de la perlocución (lo que hacemos por el hecho de deciralgo). Persuadir, convencer, asustar, alarmar, son perlocutivos cuya realización no depende de usar determinadas expresiones o de situarlas en el contexto adecuado, sino de la habilidad y astucia del hablante y de la debilidad del oyente, es decir de circunstancias no siempre previsibles desde fuera ni del todo controlables. El ilocutivo es siempre un acto físico, un “decir algo”, el perlocutivo noconsiste en un acto de decir, lo que permite afirmar que
1) el perlocutivo no se puede hacer explícito porque entonces pierde eficacia
2) El perlocutivo puede ser intencionado o inintencionado.
La intención de engañar, el “decir lo contrario de lo que se piensa”, desde la perspectiva de Austin en su búsqueda de eliminar la dicotomía falsedad veracidad, será un simple acto de decir insincero, esdecir, transgresor de un requisito importante para ciertos actos de habla (puesto que incluso las teorías convencionalistas del lenguaje no dejan de considerar a la verdad o sinceridad como un requisito presupuesto conversacional.
Desde otra perspectiva, es cierto que la mentira no consiste sólo ni siempre en la intención de engañar. El perlocutivo de engañar exclusivamente, el “mentir pormentir” no existe, no se da nunca. La mentira es un recurso. Seguimos, pues sin poder desprendernos de la verdad o la sinceridad como condición básica de la comunicación. La mentira no es sino un abuso del lenguaje, lo cual se pone de manifiesto en que el acto de mentir, al ser descubierto, necesita de razones o excusas que justifiquen la improcedencia del acto. La verdad, en cambio, no las precisa.
3 – Mentira y competencia comunicativa.
Aun cuando aceptemos que la verdad es el presupuesto comunicativo básico, la mentira es de uso corriente en el lenguaje. La competencia lingüística habrá de incluir el conocimiento de ese juego como condición sin la cual el dominio del lenguaje no es total.
Hay formas usuales de mentir con distintos fines:
1. El lenguaje de ficción es no verdadero,pero no es mentiroso porque no reviste intencionalidad de engañar.
2. El lenguaje político es un lenguaje que promete y trata de persuadir. No es mentiroso sin más: miente porque manipula, porque es demagógico. Los intereses pragmáticos se sobreponen a cualquier interés
3. El lenguaje publicitario usa la exageración para persuadir. Hace que nada de lo anunciado pueda ser tomado o entendidoliteralmente por nuestro conocimiento de la situación, pero no por eso deja de ser, cuanto menos, manipulador
4. El lenguaje religioso miente en la medida que usa la analogía: la divinidad no puede conocerse, y por eso hace analogías con las criaturas terrenales.
5. El lenguaje cotidiano incluye siempre expresiones mentirosas: las convenciones de saludos, expresiones de alegría, etc
6. El lenguaje...
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