Lisístrata

Sales un sábado, pasas la tarde con tu chico y un ratito con tus amigos, luego vuelves a tu casa y piensas voy a acelerar el paso, no quiero que mis padres se enfadenpor llegar un poco tarde, la historia de siempre, el camino de siempre, la hora de siempre, las casas y el parque de siempre, lo conoces y entonces cruzas la calle,estrecha, recta, de dos sentidos, izquierda, derecha y pasas corriendo y de repente un gigante gris metalizado aparece de la nada, no sabes de dónde ha salido lo único quesabes es que te ha golpeado y ahora estas en el suelo sin sabes muy bien qué hacer. Te das cuenta lo frágiles que somos y como en un segundo podrías haberte quedadosin nada, sin nadie...y te preguntas, porque no miré bien, por qué iba corriendo, por qué no seguí la calle recta en vez de cruzar, por qué me pasa a mí, por qué hoy y tedesesperas, te desesperas al darte cuenta que no puedes hacer nada, que todo pasa sin razón, sin un por qué definido. Al final nada es tan grave, suena demasiado maldecir, me ha atropellado un coche, porque te imaginas sangre, huesos rotos, cosas rasgadas y no sé las cosas de las películas ¿no? Pero eso es lo de menos, un golpeduele unos días y después se cura. pero lo que te ha pasado va a seguir ahí y pensarás eternamente , que si algo te tiene que pasar, te va a pasar y tu, humano, frágil,pequeño, delicado, indefenso...no vas a poder hacer nada, solamente tener unas cuantas precauciones a las que nunca haces caso y a las que siempre decías, que tontería,eso no pasa nunca. No me va a pasar a mí, seguro que me daría tiempo a reaccionar y no, no todos somos tan  afortunados como bella, en la vida real esas cosas no pasan.