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Pensar Históricamente
Jean-Pierre Vernant, es este un gran historiador, muy sensible, por lo demás, a las enseñanzas de los etnólogos, demostró que las estructuras mentales de la civilizacióngriega (al menos, habría que añadir, en sus épocas más remotas) integraban creencias mágicas, suponían intervenciones supraterrestres, hacían intervenir todo un juego de dones y contradones y, porconsiguiente, no podían funcionar de acuerdo con nuestros modelos económicos habituales.
Dos historiadores de vocación y de oficio pueden tener serias discrepancias sobre los métodos e incluso sobre elprincipio de su disciplina, sentirse solidarios, parientes cercanos, frente a las pretensiones históricas de tal o cual construcción literaria.
La referencia sobre historia como modo de pensar de lo quequerría hablarles, sobre todo para señalar los peligros de una no-referencia (o de falsas referencias) a “la historia”.
“Pensar históricamente” (¡aunque sea “caer en el historicismo”!) significasituar, medir y datar, continuamente.
“La historia” establece hechos, juzga a individuos.
El conocimiento histórico como de otra naturaleza: consiste en captar y esforzarse en hacer captar los fenómenossociales en la dinámica de sus secuencias.
El historiador no se mueve en el terreno de lo abstracto: no rechaza las sugerencias de ninguna “ciencia social”, pero quiere verificar su aplicación en elespacio y en el tiempo.
Las fechas sitúan las preparaciones psicológicas de los fenómenos.
La labor de éste es situar, en los textos, en los ejemplos, en el espacio y en el tiempo, los tipos degrupos con los que el individuo busca la identificación.
Patria, estado, nación: he aquí términos cuyo contenido y relaciones recíprocas deben intrigar incesantemente al historiador, en cada instante dela historia.
Se plantea un problema entre, de un lado, “la historia” (o, si se prefiere, el pensamiento histórico, el “historicismo” o, simplemente, el historiador) y, de otro, las “ciencias...