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FERNANDO ÁLVAREZ-URÍA
Las ideas no mueven el mundo pero un mundo sin
ideas es a la vez un mundo sin rumbo. La sociología
crítica trata de responder a la demanda social y en
este sentido puede servir de guía para la acción.
¿Cómo salir en el momento actual de la situación de
perplejidad que se perpetúa desde hace decenios?
¿Cómo combatir el desempleo, elempleo precario, las
desigualdades sociales que se agrandan en cada país
y entre los países ricos y pobres? ¿Cómo promover un
trabajo social imaginativo y generoso cuando se reducen sin cesar los gastos sociales y el chantaje neoliberal de las empresas multinacionales reduce al mínimo la acción solidaria de los Estados? Nadie, en
este momento, posee soluciones milagrosas, pero podemos ydebemos contribuir a proporcionar un diagnóstico de los callejones que nos impiden avanzar.
Nuestras sociedades dicen defender algunas conquistas históricas que requirieron siglos de luchas y de esfuerzos por parte de millones de seres humanos. Entre
esas conquistas figuran valores que son ya patrimonio
de la humanidad tales como la igualdad, la fraternidad
y la libertad, pero en la práctica estosprincipios constitucionales distan de haberse hecho realidad. Las
desigualdades sociales van en aumento, la lógica del
beneficio personal prima sobre los intereses comunes,
Acciones e Investigaciones Sociales, 16 (Dcbre. 2002), pp. 13-23
ISSN:1132-192X
las libertades se ven recortadas en la sociedad del espectáculo por la
crisis del trabajo y la precariedad laboral. Millones de ciudadanosse
sienten incapaces de asumir libremente un proyecto consecuente de
sus vidas, pues carecen de soportes económicos, culturales o relacionales en los que apoyarse. El resultado es una merma de credibilidad
en la democracia que alimenta el reencantamiento del mundo, es
decir, el retorno de los irracionalismos religiosos, los fundamentalismos
liberticidas, el refugio en la privacidad, laomnipresencia de las cuestiones de identidad.No nos podemos bajar de este mundo en marcha,
pero tenemos derecho a proclamar que no nos gusta el rumbo que,
desde el puesto de mando, han marcado los grandes lideres políticos,
que actúan al dictado de los grandes poderes financieros.
Estado Social versus
Neoliberalismo*
Fernando Álvarez-Uría
La privatización es un robo
Desde finales de losaños setenta la retórica neoliberal, proclamada a bombo y platillo en los Estados Unidos y en Europa
occidental por los poderes mediáticos, se ha impuesto de forma
acrítica en nuestras sociedades como si se tratara de una verdad
revelada. En realidad los mentores del nuevo credo liberal, los
nuevos dioses del Olimpo económico, tienen nombres y apellidos. Entre los principales defensores de lanueva economía destacan algunos sacerdotes del mercado como Friedrich Hayek,
Milton Friedman, Gary Becker, así como el recientemente fallecido Robert Nozick. La prestigiosa Universidad de Harvard ha
servido de eco a sus voces y ha puesto sordina a las razones de
sus detractores, de modo que fuera del liberalismo no parece
haber salvación. Términos tales como espíritu de empresa, liderazgo,flexibilidad, ajuste económico, saneamiento, competitividad, privatización, liberalización… figuran escritos con letras de
oro en los catecismos de la mayor parte de los gobiernos.No son
consignas aisladas, responden a un programa cuidadosamente
diseñado mediante el cual algunas selectas mentes universitarias rinden pleitesía a los n uevos amos del universo. El principal
enemigo a derrotar no esotro que el Estado social.Las políticas
de privatización constituyen, desde hace dos décadas, el ariete
con el que golpean los representantes del neoliberalismo para
derribar la los sistemas de protección del Estado social.
* Una parte de este texto ha sido publicada como tribuna en el diario El país
(4 de mayo 2002).
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Fernando Álvarez-Uría
Hubo un tiempo en el que a la fallida...
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