literalmente cierto
POR:Alejandra Arevalo
Al leer relatos y vivencia tan difíciles y desgarradores que viven millones de personas en nuestro país a raíz del conflicto armado interno, podemos hastaalcanzar a sentir pena, desconsuelo, aflicción y melancolía; sentimientos tan incipientes como momentáneos e inútiles. Sensaciones que para lo único que sirve es para no sentirnos mal connosotros mismos, para hacernos creer que no estamos tan vacíos, fríos e inhumanos como verdaderamente lo somos.
Un país como Colombia que ha tenido que padecer durante años el flagelo tan agotador ydoloroso de la guerra; donde hemos vivido en zozobras y dolencias con la firma de una guerra que a la mayoría no nos pertenece pero que padecemos como si estuviéramos en todo el flanco del objetivo y comotal tan acostumbrados a las desgracias y a las tragedias que nos hace apáticos e indolentes y que en lo absoluto nos mueve a hacer algo que beneficie a alguien que no sea a si mismo directamente.Cruelmente vemos que si a todos nos afecta en menor o mayor medida, hay personas las cuales la frivolidad de la guerra acaba con absolutamente todo: su vida, su familia, sus bienes, su tierra, suscostumbres y todo lo que conlleva el destierro. Estas las que en su mayoría son personas humildes y laboriosas que han tenido que buscar en esta misma guerra como lo hizo “Nubia la catira” beneficio algunoporque las oportunidades son mínimas y la necesidad demasiada, son estas mismas las que vemos desempleadas, en la miseria y en la penumbra en miles de semáforos de nuestras ciudades limosneando por unsimple pedazo de pan y a las cuales miramos con un desprecio arrogante y despreciativo como si en algo fueran menos que nosotros y que están ahí porque son unos haraganes acostumbrados a mendigar enuna mediocridad de vida ,pero donde no saben lo que han tenido que pasar y que no hacen eso ni por convicción ni satisfacción.
Aunque para ser un “desterrado” no necesita ser pobre ,campesino o...
Regístrate para leer el documento completo.