Literatura apócrifa


Confundiendo decididamente la fosforescencia de los autos con centelleos de reflectores. Noche aplauso, Noche mía, Noche madre de todas las noches. Confundiendo balazos y gritos de mujeres con aplausos de audiencias sordas, en esa carpeta de ojos azules brillantes, de ojos ciegos y parpadeantes, confundiéndola con el teatro, con la ovación perdida de un aplauso. Involucrando mujeres de cortocabello y paso militar, de huesos cortos y corto entendimiento frente a lo que pasa, gritándoles ¡Alejandra, Alejandra! Mujeres madres, mujeres idas, mujeres azote del viento, mujeres fragata, desventura de las mujeres o gloria redentora de su nombre, mujeres mujer, mujeres debatidas y abatidas, tristes de ser sombras o enaltecidas de ser luz en la noche. Tras ellas, voy yo y vamos nosotros, ytodos quienes buscamos implacablemente a Alejandra, corriendo y coreando ¡Alejandra Alejandra! Luego voltean con ojos despavoridos, con rostros miedo, miedo de faz, terror de piernas y horror de manos, ahora son mujeres miedo, miedo de mujer o miedo completo, mujeres hechas de miedo y miedo que confecciona mujeres, todo el miedo en su más grande extensión, todo el miedo hecho mujer. En eseespectáculo pavoroso, me confundo en la noche de noches, me encuentro con que es la madre de todas las noches, buscando al perro de Maldodor que buscaba Alejandra. Buscando su vista por detrás de las ventanas, quizás encontrándola viéndose a sí misma con mirada perdida y piedras de locura por doquier.
Apaleo perros, perros de muerte, perros de humo o humo de fauces noche, humo de alientos perro,perros aliento, perros de noche, de humo, de Maldodor. Vamos y voy, buscando con locura así como se busca el largo andar de la sombra monótona o el agua que cae sobre el agua. Sin pista alguna, voy buscando la risa de Alejandra. El acorde de su humanidad tan fugaz y difuminada. Buscando que le guste. Que le guste a Alejandra, que la extasíe. ¿Pero cómo encontrarla si empacó su vida hace tanto alolvido y a la libertad? Ya no está ella, ella ya se fue, todos hablan, todos hablan entre ellos, hablan de Alejandra, yo la oigo distante, la oigo decrepita aunque se ve radiante en mi ilusión de encontrarla, todos hablan y hablan conmigo. ¡No! No está acabada ¡Alejandra no se ha ido! Vive en el jardín que tanto amo. Ese mismo que vivió siempre en su boca, el que florecía con su mano y reverdecía alleerla. Alejandra esta aquí: este es su jardín. Alejandra esta en todos lados. En todos lados Alejandra buscando al perro de Maldodor. Hilando a Ulises, a Prometeos de fuego, cantando a Perséfone con la mirada ida. Mirada noche, mirada hielo, mirada Alejandra ¿donde se fue ¿ donde se ha ido? Maldodor la busca hincando al viento sus feroces fauces, los dedos ungidos de sangre de niño, los oídosllenos de canes malévolos que salen a la noche a buscar a Alejandra, pero no la encuentran. No dan con ella. Esta en tantas partes, es tantas mujeres que al mismo tiempo no es nadie ni está en ningún lugar. Solo esta donde estaba
Alejandra así de sencillo. Viene y se va, está aquí y no esta aquí. Inmortal en una pausa, en un silencio, silencio ruido, silencio escándalo y después de todo eso; suhábitat.
Ella, como profecía anciana, profecía de puertos, de ventanales de lugares vacios o llenos de vacío, buscando va, algo va buscando. Ya otros la buscan, la buscamos pero no la hallamos si no cuando desplegamos a la historia su alma de papel y de ruidos silenciosos, de lagrimas de tinta y corazón de soledades. Ella, va haciendo lo mismo que hacemos desde que la conocimos: Se va buscándosea sí misma en donde se pueda ver a la orilla del rio cantando la canción de la muerte junto a la muerte, junto a su muerte. Ahí va Alejandra, Alejandra, Alejandra…. En esta pausa vino, estuvo un momento. Como de costumbre rió a solas, se cubrió la cara con las manos y marcho en busca de Alejandra. Ya nadie recuerda como se veía, vino tan pronto y más pronto se fue. Nadie recuerda como se veía,...