literatura comparada
El docente deberá presentar resistencia a la inercia de tendencias epistemológicas caducascristalizadas en el currículo tradicional, tal como la tendencia a subordinar el eje espacial en la interpretación de los hechos históricos en virtud de la contemplación excluyente de la temporalidad cronológica como sustancia de la Historia, limitando así la comprensión de la complejidad del quehacer humano.
Deberá para ello entender él mismo muy bien las características cronotópicas y geopolíticasconcretas de cada forma de organización del poder político, y de esta manera investigar, por ejemplo, los procesos de deslegitimación de los procedimientos e instituciones democráticas y el consecuente emergente de violencia propio a la historia de las sociedades latinoamericanas en la que nuestra propia historia se inscribe.
La transmisión de herramientas de acción y orientación en medio de esteescenario de complejidades políticas, económicas, sociales y culturales es la mejor garantía de que el alumno estará capacitado para ser un buen sujeto democrático, esto es, un buen interlocutor de los procesos históricos que él mismo atraviesa otorgándoles un sentido orientado a los grandes valores universales de la igualdad, la paz y la justicia. Esta interacción docente-alumno, a su vez, ha deinscribirse en otro marco interactivo que incluye, como decíamos al principio, a los docentes de historia como clase en sí, y en el que se garantice un continuo intercambio entre conocimiento, investigación y enseñanza. La producción y la transmisión del conocimiento histórico deben poder mantener un continuo diálogo, crítico y activo de ambas partes. Gibbon (1989) ya nos orientó en este punto alsugerirnos ver la Historia como la sistematización de un conjunto de problemas en perpetuo conflicto y no como un reservorio de respuestas establecidas. No por esto debe el docente de Historia convertirse en un sofista que transmite su saber imprimiéndole un tono de cinismo escéptico, pero tiene que saber, en cada caso, que las respuestas de la Historia son respuestas provisorias, dispuestas todo eltiempo a ser interpeladas por la realidad en que ellas vienen a enunciarse, a ser sometidas a la prueba de este aula, en esta escuela, hoy.
Porque también en su mayor nivel de abstracción teórica experimenta la historia una gran crisis de identidad en su interacción con otras ciencias que no pueden sino serle afines, y que hacen que los problemas clásicos de la literatura histórica ya no sean...
Regístrate para leer el documento completo.