Literatura Cuento Actividad integradora.

Ariana Leticia Hernández vela Actividad Integradora

El dinero no remplaza el amor
Sábado de agosto por la tarde, el cielo está nublado, gotas de lluvia empiezan a caer, el día ya va a acabar y yo aún no eh recibido noticias sobre mi papá.
La casa se encuentra sola, existe un profundo silencio que hace notar a las manecillas del reloj como pasos de gigante, ni si quiera el pants depijama que llevo puesto y las pantuflas de mamá me hacen sentirme cómoda, me siento sola y frágil, siento un nudo en la garganta y un frío hueco en mi estómago. ¿Qué habrá ocurrido?, ¿De qué está enfermo papá?, ¿Cuál es la causa por la que mi mamá se quiera divorciar de él?, ¿Por qué mi hermano y yo tenemos prohibido ir a verlo al hospital?, estas y más preguntas me surgían después desde estamañana.
Mamá lavaba los platos con aspecto de decepción y tristeza como si algo hubiera ocurrido, pensé que sería como cualquier otra ocasión en que el vago de mi hermano Alejandro había llegado muy tarde de fiesta. Papá ya se había ido a su trabajo, y mi hermano, no lo sé, de seguro crudo en su habitación. Saludé a mamá dulcemente y le di un pequeño abrazo, ella me sostuvo con fuerza, apoyo mi cabezaen su pecho y me dijo lo mucho que me amaba, definitivamente algo había pasado, pero mi inocente cabeza me hacía seguir imaginando que era un problema común y corriente, tal vez mamá ah llegado a la etapa de la menopausia y tiene esos cambios de humor tan radicales. Me dirigí hacia la cómoda sala que papá había comprado hace apenas unos años, acostarme en el sillón me resultaba más cómodo que mipropia cama, tenía unos cojines grandes y suaves que solo al tocarlos me des estresaba por completo de cualquier situación. Encendí el televisor en un canal de videos musicales, comencé a cantar y tararear, comúnmente mamá me seguía, pero hoy de verdad algo pasaba, no pude más con la curiosidad y volví con ella.
Mami, ¿tienes algo? Si es Alejandro de nuevo, yo puedo hablar con él para que dejesus borracheras, ahora mismo subo a su habitación y le ordeno que tome un baño de agua fría.
No hija, todo está bien, Alejandro está bien, está en la facultad, recuerda que toma clases algunos sábados por las mañanas, y anoche no salió de fiesta.
Pero si no es Alejandro entonces ¿qué es?
Interrumpió a nuestra conversación el fuerte y despampanante sonido del teléfono, mamá casi vuela hacia lasala a contestar y yo escucho la conversación. Mamá responde: - Bueno?. Sí, ella habla. - Pasan unos minutos en silencio y mamá se encuentra con una cara asombrada y de un susto terrible frente al teléfono, hasta que contesta. –Ya voy para allá.
Inmediatamente le pregunté ¿qué pasa?, ella de nuevo se dirigió tiernamente hacia a mí, me dio un beso en la frente y sólo dijo que todo iba a estar bien,que no saliera de casa sin su autorización, y me quedara tranquila esperando a mi hermano, agarró la primer chamarra de papá que vio en el perchero y salió demasiado rápido poniéndosela apenas en un brazo sobre la blusa y pants de dormir que llevaba puestos, subió a la camioneta y sin esperar un segundo aceleró. Quedé asustada, desconcertada, y estaba segura de que algo había pasado, aun que mamáes bella y sus curvas siempre la hacen lucir bien, en mis 19 años nunca la había visto salir desarreglada, despeinada, mucho menos en pijama y con la enorme chamarra de papá, que por su alta estatura hacia lucir a mamá como un duendecillo.
Aun así de que muchas preguntas pasaban por mi cabeza no pude hacer nada, o mejor dicho, no sabía qué hacer, más que seguir las indicaciones de mamá y quedarmeesperando hasta que me dieran noticias y saber que todo iba bien.
Pasaron horas, incluso la hora normal de llegada de Alejandro y aún no sabía nada de él tampoco, mamá no llamaba, yo no había comido aún, y no sabía si sería buena idea hablar con papá, si le contaba como había salido mamá de casa esta mañana, tal vez solo lo preocuparía. Las horas se me hacían eternas y aburridas, tenía una...