Literatura del absurdo

La literatura del absurdo.

► Tópico: Una mujer boca abajo en un banco

Los objetos estaban marcados en una habitación de inexplicable tamaño. Se reflejaban en el suelo de baldosones rojos,lustrados, rústicos, muy bellos. Pensé en las extrañas tonterías que podría escribir luego, en las innumerables hojas amarillentas que mi padre rechazaba por ese pensamiento delimitado. Él habíaregresado de la muerte porque no pudo soportar la soledad. En alguna medida, creo que no fue capaz de aceptar que su vida se había ido como el agua. A ninguna parte. Y yo, amante de la soledad, decidírefugiarme en ese rincón olvidado de la vieja casona veraniega, donde nadie podía juzgarme ni alimentarme con plumas de pájaros en libertad. Una serena valentía se apodero de mí. Con gran júbilo descubrími imprevisto estoicismo y sentí una lagartija sobre mi espalda. Mis partes humanas se estremecieron de dolor. Tuve un impulso delicioso de incorporarme. Los poderes del espanto no me lo permitieron.Al primer contacto visual mis articulaciones se endurecieron y crujieron como hojarasca. Un sudor pálido corrió por mi frente y verticalmente se fundió con la rústica ondulación de las baldosas. Supedefinitivamente que nunca volvería a ser la que fui. Mis ojos de lupa me traicionaron placenteramente. Nadie estaba allí para consolarme y sin embargo, sonreí. Sufrí azotes peregrinos y mi piel seenrojeció. Comencé a hablar con seres espléndidos sin necesidad de abandonar aquel lugar. No me dejé amedrentar con las asombrosas conjeturas de mi conciencia. Reconocí el poder de manipulación de losdiscursos. Sentí la posibilidad de regresar al punto de partida y observé nuevamente las baldosas mientras la lagartija me besaba la oreja y me susurraba palabras domésticas. Por algún momento creíhaberle encontrado un sentido pero los latidos en mi cabeza me alejaban de ese absurdo pensamiento. Era de un color verdoso que jamás había visto. De vez en cuando pensaba en cómo sería ver a través de...