Literatura gris
Esa noche, eran como las ocho en la casa hacía mucho calor era el mes de abril, salí a la calle ahí estaban mis amigos recargados contra la pared: Eucario, Tatay, El calzón, mi hermano Carlos y otros más. Tenían un toca discos de baterías y oían a Juan Manuel Serrat cantar: “Caminante no hay camino/ se hace camino el andar/ Al andar se hace camino/ y al volver la vistaatrás/ se ve la senda que nunca mas/ se ha de volver a pisar”. Le pido un cigarro a Tatay, me ofrece el fuego, aspiro con fuerza, luego expulso suavemente por la boca y la nariz el humo volupto que melancólico asciende es espiral hasta la atmósfera de esta mi ciudad de palacios, en donde se confundirá con los gases de la refinería de Azcapotzalco, de los escapes de los automovilistas que con el motorhirviendo por culpa de intenso tráfico que a esta hora ahoga al centro de la ciudad y la flacidez de la batería que se ha estado desgañitando a bocinazos en un intento desesperado por abrirse paso por entre mis calles grises que se cubren coquetamente con un sombrero de smog. Por mis adentros me digo –ese Serrat trae buena onda- luego mi pensamiento vuela silencioso y se pose con delicadeza enLaura-hoy no iré a verla, hoy no caldeare, ni modo-. Como estaba en la luna pensando en Laura –mi noviecita del alma –no me di cuenta cuando El Tatay se me… acercó y me dijo –vas maestro chupa limón –muy a lo lejos. Oí su voz pero logre captar la onda y ripiadamente le conteste –pasajeros al trenecito de Chapultepec –y así no la fuimos pasando hasta que se nos acercó un Teporocho: de barba rala, defrente brillosa de mugre en las comisuras, al caminar rengueaba de la pierna derecha, su ropa raída y pesada por la mugre que se ha... ido acumulando atreves de los meses de intensas borracheras… diarias y noches de vigilia producto de esa sed espantosa, .. que en la madrugada al despuntar los primeros rayos de sol… por entre los gigantes de acero, concreto y vidrio lo hacían levantarse del friosuelo de la banqueta del callejón, en donde se acostaba en la intemperie para ir en busca de la señora en rebosada que expedía en su vivienda café negro y hojas de naranja con su chorrito de alcohol de noventa y seis grados. Se me quedo viendo el Teporocho y luego muy decidido me pide –pasa un tren –se lo doy y comienza ha aspirar macizo aguanta la respiración y que comienza el cotorreo, ahí todoagarramos la onda y de reoente que nos vamos de viaje a visitar a todas las galaxias habidas y por haber, pero, como siempre, regresamos. El Teporcho danzaba, al compas de The Rolling Stones estuvo danzando hasta que se canso, rápido, tendrá como unos veinte años o treinta o cuarenta o cincuenta o mil años o quien sabe con eso de que se dan “mala vida” el cotorreo era efectivo por eso nadie viocuando el Teporocho se piro, solo yo lo vi, solo yo lo seguí, solo yo lo alcance y como le influí confianza porque luego luego agarramos platica:
-sabes que ñero, te voy a contar mi vida ¿te pasa?
-va jugando, acepte.
-pero a ver si te alcanzo a contar –me advierte –de aquí hasta donde le voy a caer a dormir.
-sí, no más le cortas los pedazos aburridos y sin interés para ti –sugeri.
-okeymaguey, asi si nos alcanza, al fin que ni esta lejos, no esta cerquita, es una cosa media, en donde me acuesto.
-pues en donde duermes?
-en el callejón de “salsipuedes.”
-¡ah!
¡ATENCIÓN TERCERA LLAMADA, TERCERA LLAMADA COMENZAMOS! ¡ ACCION CAMARA CORRE PEL… perdón, CORRE NOVELA ¡
Y comenzó a contar con voz vaciada a veces, otras con voz cansada, siempre con voz quedita y casi nunca con ira. muybuenas noches muy buenos días muy buenas tardes querido lector (a) (bueno eso no importa, mira dejémonos de convencionalismos y demás sandeces que aquejan a esta mi sociedad.) “NOTA. para el poco respeto que se le tiene al lector, (a): las omisiones, errores y demás defectos que le encuentren a esta “mi obsesión” échenle la culpa al AUTOR.
Es que saben, estaba borracho de realidad, creo que...
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