Literatura vampirica
Está Drácula, el vampiro por antonomasia y están sus congéneres, esos otros chupadores de sangre que no han conseguido desplazarle de la tradición literaria. Cuando abordamosa uno o a otros, deberíamos distinguir el personaje literario del mito en que se sustenta o que expresa concretamente. Como comprobara Claude Lévi-Strauss, lo característico de un mito es su variedadconstitutiva, las innumerables versiones en que se desdobla originariamente: no hay un mito expresado en forma matriz y unas variantes que después vendrían a multiplicarlo; hay siempre manifestacionesculturales variadas que le dan forma. Para entender el funcionamiento del mito podríamos tratarlo como si de un signo lingüístico se tratara. Tendríamos, por un lado, un significado y, por otro, unsignificante. El significante varía, cambia de lengua a lengua, pero el sentido permanece. En un poema (o en toda creación propiamente literaria), la forma es decisiva, el significante es nuclear, y dehecho el poeta hace de su expresión una forma intencionalmente intransitiva, una connotación que expresa más que designa o denota el mundo externo. Por tanto, un resumen hecho con otras palabras, unaparáfrasis, un compendio, arruinan su lenguaje, lo cercenan, elimina la función poética. ¿Por qué razón? Porque la función poética –como nos advirtiera Román Jakobson— hace patente el signolingüístico y ahonda la dicotomía fundamental que se da entre signos y objetos, entre una expresión que deviene autosuficiente y el mundo externo que ya no denota simplemente. A diferencia de lo que sucede conla función poética que se da en la literatura, en el mito propiamente dicho, la palabra no es decisiva, esto es, el significante no es lo importante, sino la historia que condensa o, mejor, elsignificado que contiene. Por eso decía Lévi-Strauss en su Antropología estructural que los mitos se dejan traducir bien, que se pueden expresar cambiando las palabras que les sirven de soporte sin que se...
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