Literatura

¿Leemos cuando leemos? Sumergidos en la posmodernidad.
Desde tiempos remotos, la lectura literaria, su utilidad y el incomparable disfrute que proporciona, han estado al alcance del ser humano, en tanto ser inteligente –capaz de interpretar y producir sentido de modo crítico, o bien, según su etimología, del latín intellegere, término compuesto que alude a “quien sabe escoger”– y en cuanto sersensible –dotado de la sublime capacidad, dadas ciertas condiciones, de desarrollar gusto artístico o estético, y manifestarlo de manera espontánea, transformando palabras leídas en sensaciones novedosas y únicas. En términos generales, la buena literatura es una inmensa fuente de goce en diversos niveles de percepción.
Según el novelista peruano Mario Vargas Llosa (2010), en ocasión de suprimera conferencia de prensa tras recibir el premio Nobel de Literatura, “la literatura no sólo es conocimiento,” (…) “la literatura no es sólo una manera de adquirir determinados conceptos e ideas, sino un extraordinario placer.” Pero hay aún más. La literatura cumple una función determinante en la construcción, desconstrucción y reconstrucción, en términos de L. Zavala (1982), de realidades a partirdel desarrollo de una actitud crítica frente al mundo histórico y el contemporáneo. Nuestra propia libertad depende en gran parte de comprensiones que nos proporciona nuestra vida lectora. “Nada despierta tanto el espíritu crítico en una sociedad como la buena literatura. Esa es la razón por la cual todos los regímenes dictatoriales, de cualquier índole, lo primero que hacen es establecercensuras“. (Vargas Llosa, 2010).
Ahora bien, por un lado el placer incomparable de leer un libro, y por el otro su utilidad inagotable en el desarrollo de un espíritu crítico en pos de la vida armónica, libre y pacífica entre los hombres de una comunidad histórica determinada, son dos asuntos innegables. Sin embargo, muchas veces hemos sido testigos y protagonistas experienciales del desafío queimplica acceder, conocer y practicar la literatura posmoderna. La posibilidad de apreciar cabalmente la riqueza de una obra literaria posmoderna depende, primeramente, de una apertura de pensamiento adaptada y consciente del estado –posmoderno– en que habitamos la realidad, y de una actitud crítica que nos permita comprender y discernir la complejidad de múltiples conceptos contemporáneos, tales comolos de “arte”, “percepción”, “representación”, “realidad”; en segundo lugar, para que se produzca una apreciación literaria situada, previamente debe producirse un entendimiento del concepto actual de “interpretación”, esto es, de las múltiples posibilidades de interpretación que existen en la rica diversidad que nos circunda, posibilidades relacionadas al concepto amplio y complejo de verdad,según lo propuesto por Zavala (1998).
En primer término, podemos decir que la práctica literaria en todas sus formas –lectura, producción, escritura, difusión– es un camino hacia la construcción de la realidad. Así pues, como afirma Vargas Llosa en la mencionada ocasión, la literatura “crea ciudadanos menos fácilmente manipulables”, añadiendo a ello una vibrante defensa del rol que cumplen loslibros y la necesidad de promover la lectura entre los jóvenes.
Mas está claro, naturalmente, que no todos los seres humanos seremos formados y creceremos en entornos motivadores, que impulsen al estudio literario y al desarrollo del gusto por la lectura. No todos fuimos enseñados que para alcanzar nuestra propia libertad un camino acertado es la lectura literaria, que nos posibilita desarrollar unconcepto propio de criterio estilístico y de contenido. Según las condiciones que nos rodean desde temprana edad, se producirán, o no, las necesarias situaciones de acercamiento a la literatura y a su definición e implicancias para nuestro futuro, factores que posibilitarán la formación de un individuo lector y amante de la literatura. La calidad de nuestros encuentros –y en segundo lugar la...