literatura
Le agradezco mucho que me haya hecho llegar a través de los señores Vizetelly su City girl (Muchacha de ciudad). La he leído con el mayor de los placeres y con la mayor avidez. Es realmente, como la llama mi amigo Eichhoff, su traductor, una pequeña obra de arte; él agrega algo que será una satisfacción parausted: que a raíz de ello su traducción debe ser casi literal, dado que toda omisión o modificación voluntaria solo podría menoscabar el valor del original.
Lo que a mí más me impresiona de su novela, además de su verdad realista, es el hecho de que en ella se muestra la osadía del auténtico artista. No solo de modo en que usted trata al Ejército de Salvación, en desmedro de la arrogante claserefinada, que quizás recién se entere a partir de su novela de por qué el Ejército de Salvación tiene tanta influencia sobre las masas populares; sino principalmente el hecho de que convierta en eje de todo el libro de manera simple, sin maquillaje, la vieja, vieja historia de la muchacha proletaria que es seducida por un hombre de la burguesía. La mediocridad se hubiera sentido obligada a ocultar lafábula, vulgar para ella, bajo un montón de enredos y adornos artificiales y sin embargo no hubiera podido escapar al destino de ser sorprendida en esa actitud. Usted sintió que podía darse destino de contar una vieja historia, porque estaba en la situación de hacer de ella una nueva historia con solo contarla manteniendo la fidelidad a lo real.
Si tuviera que criticar algo, es que la novelaquizás no es lo suficientemente realista. Realismo significa, en mi opinión, la reproducción fiel de caracteres típicos bajo circunstancias típicas además de la fidelidad al detalle. Pues bien, los caracteres de su novela son suficientemente típicos tal como están descriptos, pero las circunstancias que los rodean y que los motivan a actuar quizás no lo sean en igual medida. En City girl la clasetrabajadora aparece como una masa pasiva, que es incapaz de arreglárselas y que ni siquiera aspira a hacerlo. Todos los intentos de sacarla de su abúlica miseria vienen de afuera, de arriba. Si bien esta era una descripción acertada en 1800 o en 1810, en los días de Saint-Simón y Robert Owen, no puede presentársela como tal en 1887 a un hombre que tuvo a lo largo de casi 50 años el honor departicipar en la mayoría de las luchas del proletariado combativo. La insurrección rebelde de la clase trabajadora contra el ambiente de opresión que la rodea y sus intentos -convulsivos, semiconscientes o conscientes- de recuperar su posición de seres humanos, forman parte de la historia y deben por dio reclamar un lugar en el ámbito del realismo.
Estoy muy lejos de ver una falta en que usted no hayaescrito, a fin de ensalzar las concepciones sociales y políticas del autor; una novela que sea franca y directamente socialista -una ''novela de tendencia" como la llamamos nosotros, los alemanes-. No me refiero de ningún modo a eso. Cuanto más ocultas permanezcan las opiniones del autor, tanto mejor para la obra de arte. El realismo del que hablo puede manifestarse incluso a pesar de las opinionesdel autor. Permítame un ejemplo. Balzac, a quien considero un maestro del realismo mucho mas grande que todos los Zolas “passes, presents et á venir”, nos da en la Comedia humana una historia maravillosamente realista de la "sociedad" francesa al describir casi tras año, siguiendo la forma de una crónica, las progresivas acometidas de la burguesía en ascenso contra la sociedad noble, la cual sereconstruyó luego de 1815 y restableció, hasta donde pudo, el estándar de la vieja urbanidad francesa. Describe cómo los últimos restos de esta sociedad que considera ejemplar sucumbieron paulatinamente ante el ataque del vulgar rico advenedizo o cómo fueron disueltos por este; cómo la grande dame cuya infidelidad conyugal representaba tan solo un método para hacerse valer que se correspondía...
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