Literrario
«He aquí, Majestad, un conejo de campo que el Señor Marqués de Carabás (que es el nombre quese le ocurrió dar a su amo) me ha encargado ofrecerle de su parte». Con el regalo de un par de perdices y otros obsequios, siempre de parte del Marqués de Carabás, el gato con botas estuvo pronto endisposición de saber cuándo el rey y su hermosa hija pasearían por la ribera del río:
«Si sigues mi consejo podrás hacer fortuna —le dijo el gato a su amo—; no tienes más que meterte en el río en ellugar que yo te indique y después dejarme actuar.»
Así siguió el famoso momento, el giro en la fábula, en la que el gato gritaba «¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Que se ahoga el Marqués de Carabás!» De esta formael hijo del molinero, en cueros, fue envuelto en ropajes regios y subido al coche de caballos del propio rey, revelándose la fábula con el aplomo y divertido ingenio característicos de Perrault.
Elgato se adelantó entonces a la comitiva real y se dirigió a las tierras de un poderoso ogro. A los campesinos que estaban trabajando en ellas les dijo: «Buena gente que estáis cosechando, si no decís quetodos estos campos pertenecen al Marqués de Carabás, os haré picadillo como carne de budín.» Cuando el carruaje del rey pasó junto a los campesinos y Su Majestad preguntó quién era el dueño de...
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